Ensayo

Gran historia de la ciudad

Charles Delfante

9 marzo, 2006 01:00

Traducción de Yago Barja. Abada, 2006. 537 págs, 40 euros

Los asentamientos en los que ha transcurrido -y transcurre- la aventura humana son múltiples y diversos. Y cada uno despliega sus contenidos según ritmos y estilos propios. Uno de esos asentamientos se ha erigido, sin embargo, en figura hegemónica de la historia. Es la ciudad, que ha impuesto su poesía y su prosa, su arquitectura y su imagen.

Charles Delfante, urbanista y profesor de la Universidad de Lyon, traza en las bien informadas páginas de este excelente libro una historia de la ciudad. O historia y leyenda de la forma urbana, de la "composición urbana": historia, por cuanto desde los prolegómenos mesopotámicos, la ciudad se va extendiendo en el tiempo. La ciudad, espacio ordenado, conquistado a la naturaleza y a ella impuesto, se hace tiempo, se hace con el tiempo. Y se proyecta en futuro, que llega hasta nosotros. O pretende eternidad. Pero también leyenda, pues Delfante hace memoria y acopio de todo rastro legible, de toda huella o trazo: Y enseña a leer la ciudad en su diseño y en su plano. Cada uno de ellos, diseños que incorporan designios, son escenarios en los que se vive y se muere, en los que se escriben y representan piezas del drama humano: la producción y el intercambio, la celebración del poder o el encuentro con lo sagrado.

La historia y la leyenda de la ciudad son referidas por Delfante con exactitud y rigor, y con una prosa no exenta de encanto: prosa de un urbanista cuidadoso con el dato; pero prosa también de un enamorado de la ciudad, proclive a la exaltación de la belleza, a la censura de los rasgos de descuido y de decadencia. Si el urbanista siempre está presente, si en cada análisis deja ver los rasgos que identifican a la profesión, tampoco somete al lector a una sobredosis de innecesario tecnicismo. La ciudad es protagonista: o, más bien, las ciudades. Se van mostrando, una a una, bien o mal ordenadas, como se proyectaron, como se construyeron.

Una historia de la ciudad que se permite el lujo de recorrer milenios es, a la vez, una historia del arte y de la técnica, una historia de la economía y de la política. Una historia de la cultura o de las culturas, de todas las formas de cultivo y culto. Esa histora, apasionante y plural, ocupa la mayor parte del libro, constituye la Gran historia de la ciudad: en varios sentidos grande. El sistema queda apuntado en unas escuetas páginas de introducción. Y en unas páginas finales que entregan esquemas y categorías básicos, imprescindibles, entiendo, para seguir con provecho los movimientos de la historia, los escenarios de la leyenda.

La muy cuidada edición española del libro incorpora una novedad que es preciso destacar: capítulos dedicados, desde la Itálica (Sevilla) de la Hispania romana hasta la Barcelona del Fórum de las Culturas, a una historia del urbanismo español en la que los principales hitos son convenientemente relatados e interpretados. Esos capítulos han sido redactados por el profesor ángel Isac con una erudición y un estilo que en nada desmerecen de los de los capítulos traducidos del original francés. Es posible que ninguna historia pueda agotar todos los avatares de la aventura humana. Es posible que ninguna historia pueda cobijar todos los episodios de esa apasionante -y apasionada- leyenda. Una gran historia de la ciudad da protagonismo a los escenarios sin los que la aventura y la leyenda no hubiera tenido lugar.