Ensayo

Historia del mundo actual

José Manuel Azcona

16 marzo, 2006 01:00

Ed. Universitas. Madrid, 2006. 620 páginas, 38’75 euros

Describir lo sucedido en el mundo, España incluida, desde 1945 en un solo libro es un esfuerzo que pocos se atreverían a emprender. Analizar los cambios de los últimos quince años y ofrecer, además, una prospectiva rigurosa de lo que nos espera es igual o más complicado.

José Manuel Azcona, profesor de Historia universal contemporánea en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ha hecho lo primero en Historia del mundo actual (1945-2005) (Universitas). Martín Ortega Carcelén, profesor titular de Derecho Internacional Público e investigador en el Instituto de Estudios de Seguridad de la Unión Europea en París, integrado en la oficina del Alto Representante de la UE, ha hecho lo segundo en Cosmocracia. Política global para el siglo XXI (Síntesis).

Las dificultades que plantean obras tan ambiciosas como las aquí reseñadas son de ordenación, espacio, selección de contenidos, fuentes, estructura, redacción y bibliografía.

No conozco a nadie en posesión de la receta milagrosa capaz de ordenar a satisfacción de todos un pozo tan inagotable de datos como los que recoge Azcona en su texto. Desde la segunda guerra mundial hasta el post-11S, en 600 páginas y 20 capítulos, el autor -como señala en la introducción el catedrático Ricardo Miralles- "sabe interpretar muy bien que estamos ante el final de un mundo" y nos pone "ante los grandes desafíos que anuncia el siglo XXI (globalización, migraciones, integrismos, crisis de los valores occidentales, etc.)".

Martín Ortega Carcelén arranca en Cosmocracia (Síntesis) donde termina Azcona y, con un bagaje internacionalista magnífico, presenta los rasgos principales de la actual sociedad internacional, las principales amenazas, razones poco y mal percibidas por muchos dirigentes para la esperanza, los proyectos más interesantes de políticos y expertos para organizar el mundo de la posguerra fría, los avances desde 1991 hacia un nuevo sistema global que él llama cosmocracia, los principios en los que se basa y el papel de los viejos y nuevos actores en el nuevo teatro planetario para evitar desastres como los que Azcona enumera en su manual sobre la segunda mitad del siglo XX.

Lo mejor del libro de Azcona es su capacidad de síntesis y el trabajo de selección de fuentes, en el que mezcla obras académicas, anuarios, revistas especializadas y prensa diaria. La inmensidad del objeto de su obra y el empeño en contarlo todo, comprensible en los primeros trabajos de casi todos nosotros, juega, inevitablemente, en contra del análisis de fondo, pero compensa ese problema con una cuidadísima redacción y un escrupuloso respeto de las posiciones más autorizadas en cada uno de los mil conflictos apuntados.

Lamenta Ortega Carcelén al final de su obra, quizás la reflexión más enriquecedora en castellano sobre los cambios actuales desde La paradoja del poder norteamericano, de Joseph Nye (Taurus, 2003), la falta de liderazgo estadounidense y la parálisis europea, mientras las amenazas globales (deterioro medioambiental, fundamentalismos...) siguen creciendo. 2008 es un buen horizonte para preparar el gran salto adelante. Las elecciones presidenciales estadounidenses y la probable superación de las dudas que paralizan hoy a Europa pueden ser el escenario ideal para una reforma en profundidad de la ONU y una respuesta común a los principales retos del planeta.