Ensayo

El legado de la LOGSE

Francisco López Rupérez

20 julio, 2006 02:00

Gota a Gota. Madrid, 2006. 287 páginas, 22 euros

El sistema educativo español pasa por una etapa muy delicada. Francisco López Rupérez, catedrático de Instituto y consejero de educación ante la OCDE, con cierta compasión, empieza diciéndonos que "está enfermo", pero aporta un apabullante cúmulo de razones para que el lector se forme la idea de que se halla en fase terminal.

La paralización de la Ley de Calidad de la Enseñanza por el Gobierno Zapatero, una ley orientada a corregir los daños causados por la LOGSE de 1990, ha sido una seria apuesta por la prolongación del deterioro del sistema. La comparación de España con sus socios europeos es una prueba concluyente, que el autor expone en cuatro razones: estamos alejados de las posiciones de nuestros socios de la Europa de los 15; estamos aún más alejados de los resultados de los nuevos socios; el retraso de medidas correctoras por la paralización de la LOCE hace a estas alturas matemáticamente imposible alcanzar las metas de referencia acordadas en el seno de la Unión para 2010; y, lejos de converger, desde principios de 2000 estamos divergiendo de los valores medios de la Unión Europea (p. 202).

Entre los principales problemas de nuestro sistema se encuentran el elevado índice de abandono educativo temprano y la baja tasa de graduación en educación secundaria superior. Es lógico que los Gobiernos sientan la tentación de combatirlos con incrementos presupuestarios, pero el dinero no es la solución. El autor nos dice que el "gasto educativo difícilmente puede compensar los efectos generalizados de políticas inadecuadas para la mejora de los resultados escolares" (p. 131). La rebaja de los estándares académicos para lograr una "educación de igual calidad que alcanzase a todos" ha dado como resultado los "valores mediocres del rendimiento escolar en materias básicas". Estamos ante un libro que ofrece profusión de datos y es un diagnóstico valioso sobre la deficiente educación que se imparte en España, de lo que son también responsables las Comunidades Autónomas. Desde luego, con trabajos tan útiles como éste no podemos decir que no hallamos la solución porque desconozcamos lo que nos pasa.