Ensayo

El arte de gobernar. Estudios sobre la España de los Austrias

Luis Ribot

12 octubre, 2006 02:00

Alianza. Madrid, 2006. 312 páginas, 19 euros

Luis Ribot es, posiblemente, uno de los más destacados protagonistas de la recuperación que ha experimentado la historia española de la edad moderna (siglos XVI al XVIII) en los últimos años, rescatándola de los esquematismos materialistas que la hicieron tan indigesta como estéril en otras épocas. Nombres como los de García Martínez, García Cárcel, Martínez Shaw, Belenguer, Contreras, Fernández Albaladejo, Andújar, o el propio Ribot sirven para completar una brillante nómina de los que han sabido encontrar, desde posiciones ideológicas bien distintas, el punto de equilibrio adecuado entre la historia de los fastos imperiales, que se prolongó hasta los años sesenta del siglo pasado, y el secarral historiográfico que suponía el empeño de no hacer otra cosa que no fueran estudios demográficos y análisis de estructuras agrarias.

En ese proceso de renovación Ribot ha aportado una perspectiva europea en sus estudios de la Monarquía Hispánica, con una especial atención al flanco italiano y mediterráneo del imperio español. Su conocimiento del Nápoles español le han convertido en uno de nuestros primeros italianistas en la edad moderna y le han proporcionado una autoridad indiscutida en los encuentros internacionales sobre el siglo XVII. En realidad se podría decir que esa permanente proyección europea constituye otro de los rasgos característicos del trabajo de Ribot que, desde sus estudios sobre Sicilia y la revuelta de Mesina (1674), ha contribuido de forma muy brillante a resaltar la importancia de conocer los escenarios europeos para una comprensión más acabada de esa Monarquía Hispánica que tanto atrae hoy la atención de los grandes especialistas.

El estado moderno ha pasado a ser visto con una mayor atención a su funcionamiento interno y, en ese sentido, la atención que Ribot presta al ejército se convierte en un instrumento muy significativo para comprender la gestación de las monarquías nacionales que se consolidaron en el XVI. En el caso de la monarquía española, su ejército brindó un modelo de referencia que no entraría en crisis hasta el apogeo francés del XVII. La tendencia a la creación de ejércitos permanentes, en contraposición a lo que había ocurrido los siglos anteriores, ha permitido hablar de una verdadera "revolución militar", cuya validez se discute en este libro. El autor del libro ha dedicado también su atención a la fase final del siglo XVII, ocupada por el reinado de Carlos II el Hechizado (1665-1700). Ribot, que dedica dos capítulos a este reinado, ha señalado los perjuicios historiográficos que ese calificativo causó a la comprensión de un periodo que, a veces, ha sido despachado con una simple imagen de decadencia sombría. Ribot, por el contrario, rehabilita la figura del monarca y describe la existencia de programas de gobierno que coincidieron con una relativa recuperación económica que se consolidaría en el siglo siguiente.

Ejército, revueltas populares, la monarquía de los Austrias menores. Esos son los grandes apartados de un volumen que recoge trabajos realizados a lo largo de más de veinte años, pero que se presentan aquí de forma articulada para ofrecer una atrayente imagen del siglo XVII español.