Sartre y Beauvoir. La historia de una pareja
Hazel Rowley
26 octubre, 2006 02:00Sartre y Simone de Beauvoir
Una nueva biografía aprobada por la hija adoptiva de Simone de Beauvoir y rechazada por la heredera de Sartre vuelve a recordar los aspectos más contradictorios de la pareja. Lo que realiza Hazel Trowley en su retrato de Sartre y Simone de Beauvoir es una gran ceremonia de la simplificación. Con solemnidad de datos y entrecomillados a lo largo de más de 500 páginas, la biógrafa nos invita a mirar en los cuartos oscuros de unos seres enredados hasta el tuétano en complicaciones amorosas. Pero no hay que olvidar que ambos participaron con brío y convicción ( y por tanto con errores) en los avatares de su tiempo, escribieron algunos de los libros más importantes del siglo XX. Por esa razón echamos de menos una visión más profunda de la realidad humana, ideológica y literaria del dúo de intelectuales franceses.
En la magnífica y compleja biografía de Sartre, de Annie Cohen-Solal (Edhasa), la autora declaraba la dificultad de “tocar a Sartre” porque el campo de información sartriana es “denso y movible”, al tiempo que la obra del filósofo escapa a un enfoque global por ser “abundante, proteiforme, inconclusa y abierta”. Cohen-Solal reconocía que acercarse a Sartre (y por tanto a Beauvoir), suponía tocar la historia del cine, la literatura, la estética, las luchas políticas, el teatro la prensa y el feminismo.
Rowley se lanza en dirección contraria; propone una masticación deshuesada del anecdotario privado y sustituye la comprensión fecunda e intrincada de vida y obra, por un recorrido por los tumultuosos amoríos. Cierto que Rowley lo hace con seriedad aparente y sin tomar partido, poniendo en bandeja a los lectores la posibilidad de formar un tribunal sumarísimo para juzgar a estos dos reos póstumos. He aquí una serie de episodios biográficos salpicados de nombres: René Maheu, Nizan, Merleau-Ponty, Bost, Lanzmann, Algren, el amante americano de Simone, y sobre todo Simone Jollivet, Olga y Wanda Kosakiewicz, Natalie Sorokine, Bianca Bienenfeld, Colette Gilbert, Dolores Vanetti, Evelyne Lanzmann, Michelle Vian, Arlette Ekaïm (primero amor, y después hija adoptiva de Sartre), la rusa Zonina, Sylvie Le Bon (primero amor, después hija adoptiva de Beauvoir), todas ellas en algún momento amantes de Sartre, casi siempre simultaneadas, y algunas veces compartidas con Simone.
La biógrafa pone el peso de su texto en el chisporreteo de los afectos de esta extraña e incestuosa “familia” y en el espectáculo de un no revelado tremendismo sexual. Se nos recuerda lo que sabíamos: que eran infieles, falsos, promiscuos y contradictorios en lo íntimo. Convendría revisar sus textos para ir más allá de la convención. “Nada nos limitaba, nada nos definía, nada nos esclavizaba”, escribió Beauvoir.