Image: Dos vidas

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Ensayo

Dos vidas

Vikram Seth

24 mayo, 2007 02:00

Archivo

Trad, Damián Alou. Anagrama. 587 páginas, 18 euros

¿Se le ha acabado el talento imaginativo a Vikram Seth ? ¿ Ha tenido que acudir a una historia ya dada, la de la vida de sus tíos Shanti y Henny, una historia que se desarrolla además en medio de la encrucijada de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, desde la toma del poder por parte de Adolf Hitler? ¿ Es, por tanto, una sucesión de temas ya prestigiados en la literatura y con un valor en el mercado: el tema de la II guerra mundial, el del Holocausto y todos los istmos posteriores hasta llegar al umbral del nuevo siglo ? Con estas prevenciones puede el lector acercarse a este libro de memorias familiares pero al cruzar el umbral de sus primeras líneas ("Cuando tenía diecisiete años me fui a vivir a Inglaterra con mis tíos abuelos. El era de origen indio, y ella era alemana") ya no es posible dejar su lectura. Seth se ha encontrado con esta historia y va desentrañándola con la eficacia que ya demostró en Un buen partido o en Una música constante. Una eficacia narrativa que ni siquiera sucumbe a la organización que se hace del material biográfico y por la que a veces hace desaparecer a un personaje central durante demasiadas páginas.

El retrato de Shanti y Henny es profundamente humano y profundamente seductor. Humano en tanto nos habla del sufrimiento y de cómo esos dos seres no sucumbieron a ser abrasados por él. Y seductor porque está resuelto en toda su complejidad y como fiel reflejo de la complejidad del tiempo que les tocó vivir. Seth construye sus personajes intentando que se expliquen desde una perspectiva humana. Por eso es quizá el más sentimental de los escritores ingleses de hoy y también el más clásico. Su prosa es un ejemplo de mesura y de buen gusto, de articulación perfecta, sutil y evocadora. Pero además, como queda de manifiesto en Dos vidas, su plasmación de las relaciones personales siempre es verosímil, inteligente y certera. Eso hace que explore con eficacia esa red de debilidades, silencios o delaciones más o menos claras, sobre todo ese estado de miedo que se desarrolló en la sociedad alemana bajo el régimen nazi. Seth no obstante no se aparta de reflejar los grandes acontecimientos pero sabe que es en la parte privada, íntima y familiar donde está la grandeza de aquella sociedad. Por eso la vida de sus tíos son un símbolo y la parte desde donde mirar a un siglo.

Cuando Seth escribe un libro lo hace desde la contención pero su resultado es arrollador. Es ahí donde reside su fuerza, la del que sabe explorar y sentirse seducido por el alma de los hombres. Shanti y Henny no son otra cosa que dos solitarios zarandeados por la historia, incluso por las secuelas que la historia dejará para siempre en ellos. Su amor, su afecto, es uno de los misterios que se desentrañan en estas páginas y hacen bueno aquello que dijo Rilke de que el amor es la historia de dos soledades. Dos vidas es, en fin, un libro sobre la soledad y sobre el exilio, y es también una manera de dar voz a los que nunca la hubieran tenido.

Dar voz. La voz de Vikram Seth, la voz de esta historia absorbente que se va adueñando de nosotros de forma vertiginosa, con la ambición de uno de los narradores más versátiles de los que escriben hoy en inglés.