Barcelona, mayo de 1937
Ferrán Gallego
6 septiembre, 2007 02:00Siendo trascendental todo ello, la coyuntura se complicaba con la irrupción de los asesores soviéticos, sus manipulaciones y métodos expeditivos, recursos que se canalizaron fundamentalmente en una salvaje persecución del POUM, y que culminó con la tortura y asesinato de Andreu Nin, uno de los más escandalosos episodios de la represión estalinista en nuestro suelo. Y aunque en el ensayo de Gallego la indagación se limita al perímetro catalán, debe recordarse que una secuela de estos eventos fue la caída del gobierno Largo Caballero y el ascenso de Negrín. Estamos ante uno de los momentos más espinosos y decisivos de la contienda, por lo menos en lo que atañe a las izquierdas; o por decirlo en los términos que interesan al autor, en el epicentro del marasmo popular ante el reto de conformar un "espacio plural no meramente resistencial del antifascismo".
Si tomamos como referencia esa "crisis del antifascismo", podemos entender plenamente la alusión inicial acerca del aparente (nada más) quiebro en la trayectoria del historiador y de paso iluminar algunas características determinantes del libro. No es la menor de ellas que los acontecimientos de mayo en la capital catalana ocupen como tales un espacio minúsculo: el lector habrá de pasar 399 páginas de antecedentes para llegar a ellos y, aun así, en el último capítulo de la obra, y el único que se centra en aquellos días de mayo de 1937, se habla más de ideologías y estrategias políticas que de los hechos. No es una cuestión casual: en consonancia con sus obras anteriores, al investigador le interesan sobre todo las ideas, doctrinas y tácticas: en una palabra, la interpretación, el análisis ideológico, siempre se superpone en él a la perspectiva empírica.
En estas densas páginas, escritas con la ironía y las alusiones literarias y cinéfilas características del autor, no hallaremos una exposición lineal o el descubrimiento de datos inéditos, sino un minucioso análisis político que orilla simplificaciones y maniqueísmos para trazar un cuadro lleno de claroscuros de una gran frustración, la imposibilidad de facto de una alternativa plural y democrática al fascismo.