Image: En busca de la memoria

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Ensayo

En busca de la memoria

Eric R. Kandel

22 noviembre, 2007 01:00

Eric R. Kandel. Foto: Archivo

Traducción de Elena Marengo. Katz. Madrid, 2007. 587 páginas, 23’50 euros

Eric Kandel (Viena, 1929) dijo en su conferencia Nobel: "Mirando hacia el futuro, nuestra generación científica ha llegado a la conclusión de que la biología de la mente será tan importante en este siglo como lo fue la biología del gen en el siglo XX" y señaló "el estudio biológico de la mente es un puente entre las ciencias (que se ocupan del mundo natural) y las humanidades (que se ocupan del sentido de la experiencia humana). Las ideas que inspire esta nueva síntesis nos aportarán una comprensión mas cabal de nosotros mismos". Un verdadero pistoletazo de salida hacia una reevaluación del mundo humano fue dado en ese momento.

En este libro Kandel repasa de modo sinóptico, pero fácil y ameno, la historia de la Neurociencia en el contexto mas fresco y vivo de su propia biografía. Es de hecho una autobiografía entremezclada con el relato de los períodos experimentales más sobresalientes de esa historia y los avatares y pensamientos de colegas y amigos en la Neurociencia. En ese sentido es como un diario escrito a lo largo de casi 80 años. Y como era inexcusable, y como en todo diario, "la memoria" traidora o benefactora del propio autor ha extraído lo más sonriente y feliz. "En busca de la memoria -dice Kandel- es una crónica de la confluencia entre mi empeño personal por comprender la memoria y una de las empresas científicas mas grandes: el esfuerzo por explicar la mente en términos de biología celular y molecular". Lo realmente fascinante de esta historia es su excepcionalidad. Muchos científicos, la mayoría, comienzan con una pre- paración universitaria inmersa, desde el principio, en las ciencias duras. Inician su aventura investigadora con un tema, una preparación experimental (sea una rata, un caracol -como ha sido el caso de Kandel- o un trozo de tejido in vitro) y una serie de técnicas. Todos esos ingredientes cientificos, en general, van cambiando a lo largo del tiempo. En Kandel es diferente. "Ingresé en Harvard, dice en su libro, con el propósito de ser historiador y salí de allí dispuesto a dedicarme al psicoanálisis. Sin embargo abandoné esas dos carreras siguiendo una intuición: que el camino hacia una comprensión cabal de la mente debía pasar por las vías moleculares del cerebro". Una intuición a la que dedicó su vida y su tiempo: la memoria y explicarla en términos de biología celular y molecular. Perseguir de ese modo una idea es privilegio sólo de mentes excepcionales.

Los pasos que se relatan en este libro son los logros alcanzados sobre las bases morfológicas y fisiológicas y los cambios moleculares que tienen lugar en las sinapsis y que son el asiento de las memorias. Un logro sin duda espectacular si se mira con la perspectiva de hace 60 años cuando comenzó con estos experimentos. Tras Kandel ha quedado indiscutible el salto desde la hipótesis de que el aprendizaje y la memoria tienen que tener lugar en las neuronas y sus conexiones (Cajal) a la realidad constatada, casi 100 años después, de que las memorias tienen su asiento, al menos en parte, en esos cambios de las sinapsis. Y casi todo ello basado en el estudio de un caracol marino. De hecho nunca un caracol fue de tanto servicio a la Ciencia. Con él hemos conocido el enorme trafico de moléculas con las que trabajan las conexiones de esas neuronas (sinapsis) al llegar a ellas la señal eléctrica (piénsese que en el cerebro humano las sinapsis existen en un número tan grande como no es posible casi imaginar aunque solo se trate de multiplicar 100.000 millones de neuronas por una media de 10.000 sinapsis en cada una de ellas). En este libro pues se nos lleva de forma fácil y didáctica a comprender cómo trabajan los genes de las neuronas y al diálogo molecular entre éstos y las sinapsis y cómo estas últimas se dividen y multiplican construyendo y reconstruyendo la arquitectura que da cobijo a nuestras memorias. Y así nos habla de las memorias a corto y largo plazo, las memorias complejas y a resultas el cambio en la conducta del animal. Y al final, como él mismo dice, "llegado el momento de tratar de dar un paso adelante en la biología molecular de la cognición" nos habla de cómo el cerebro construye la individualidad ("en un sentido amplio, el aprendizaje y la memoria son esenciales para la identidad de uno mismo: somos quienes somos por obra de ellos") y el mundo externo, el mundo que nos rodea y la propia conciencia.

Kandel, médico y psiquiatra nunca se olvidó de su formación psicoanalítica. Y de hecho el psicoanálisis y el mismo Freud navegan, como una barca fantasma, por casi todas las páginas del libro, desde el principio hasta el mismo final. Dice Kandel clara y abiertamente "mi formación en Psiquiatría y mí interés por el psicoanálisis son el fundamento de mi pensamiento científico… mi carrera como aspirante a psicoanalista fue el lecho de roca sobre el que se construyó todo lo que pude hacer después". Y termina su libro "siguiendo mi instinto, los procesos inconscientes de mi pensamiento y escuchando lo que entonces parecía un llamado remoto, terminé disfrutando enormemente de lo que hacía". Y a decir verdad que resultó una decisión largamente fructífera. Un libro, en fín, muy digno de ser leído.