Image: Pedro J. Tinta en las venas

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Ensayo

Pedro J. Tinta en las venas

Eduardo Martínez Rico

29 mayo, 2008 02:00

Pedro J. Ramírez. Foto: Pablo Requejo.

Plaza & Janés. Barcelona, 2008. 585 páginas, 19’90 euros

Hace un siglo Max Weber escribió que en la biografía de determinadas personas se encarnaba el espíritu de su tiempo. Este libro lo viene a confirmar. Pedro J. Ramírez (Logroño, 1952) es la viva ilustración del exitoso cambio que ha transformado la España del último medio siglo.

Eduardo Martínez Rico (Madrid, 1976) ha escrito lo que podríamos denominar, en terminología anglosajona, una biografía autorizada. Estamos ante un texto construido con una información que procede, en gran medida, del biografiado y de su propio entorno. Para escribir este volumen Martínez Rico ha mantenido un gran número de conversaciones con Pedro J. y le ha observado en multitud de las situaciones que festonan su vida de trabajo diaria. Ha presenciado sus partidos de pádel y su ocio veraniego en la costa mallorquina. A lo largo de su recogida de material ha entrevistado a un número muy alto de las personas que componen su entorno. Su primera mujer, Rocío Fernández, la hija de ambos, María, su pareja de hecho Agatha Ruiz de la Prada y sus hijos Cósima y Tristán no han dudado en contribuir con sus informaciones. Añádase a todo esto la lectura de lo publicado por Pedro J. y de entrevistas a testigos que, como el eminente dermatólogo logroñés el doctor Miguel Aizpún, dan fe de épocas pasadas del fundador del periódico "El Mundo", y se tendrá un extenso mosaico vital del biografiado.

A este material tan rico que a veces roza la hagiografía le falta un poco de acidez y le sobra metraje. Bien es verdad que es difícil comprimir la vida de un personaje tan precoz y tan en todo lo que pasa como Pedro J. Luego están, salpimentando el texto, mil y una perlitas.Por poner sólo un ejemplo, cuando, entrevistando en la Moncloa a Zapatero, éste le confiesa que es ateo y le pregunta si él cree en Dios.

Aunque este libro se abre con la escena del fallecimiento y velatorio de Francisco Umbral, su estructura es básicamente cronológica. Martínez Rico muestra al lector el Logroño de 1952 en el que nace Pedro J. en el seno de una familia de clase media acomodada, sus años en los "maristas" y su formación como periodista en la Universidad de Navarra. En Pamplona conoce a Rocío Fernández. En 1973 consigue un puesto para el año académico en el Lebanon Valley College y, a su vuelta a España, seducido por EE.UU, hace la mili y empieza a comerse el mundo. Joven, bien parecido, con suerte, ganas de trabajar y sabiendo inglés, ingresa en el periódico "ABC". Muerto Franco en 1975, el comienzo de la Transición le abre las puertas de la política de la mano del fascinante Joaquín Garrigues. En la efebocracia de esos años le nombran director de "Diario 16" con 28 años. Reflota el periódico pero le ponen en la calle en 1989. Ese mismo año funda "El Mundo" y lo dirige hasta llevarlo a lo que es hoy: un auténtico imperio mediático que ya echa el aliento en la nuca del Grupo Prisa.

Desde su fundación, "El Mundo" gira sobre sus hombros. En sus primeros tiempos es un director que recuerda al Luis María Anson de ABC. Horas y horas en la redacción y contacto constante con quienes conforman las noticias. Con los premios Montaigne e Isaiah Berlin en el bolsillo, el Pedro J. que nos muestra Martínez Rico proporciona luz al lector para entender mejor lo que pasa en el siglo XXI.