Mis economistas y su trastienda
Fabián Estapé
23 octubre, 2009 02:00Estapé se entusiasma con Galbraith. Foto: Harvard News Office
Teniendo esto en cuenta, el libro se lee con entretenimiento y provecho. Y son realmente dos libros de análoga extensión, puesto que a partir de la página 217 Estapé incluye una personal selección de textos. El recorrido empieza con Ibn Jaldún, el sabio tunecino del siglo XIV que ya intuyó en 1377 que una suave presión fiscal garantiza una buena recaudación, mientras que el efecto de una subida de los impuestos "es una disminución de la actividad económica de tal modo que la producción cae y con ella el monto recaudado". Tiene una noción primaria de la división del trabajo, un análisis de la oferta y la demanda, y un reproche al "soberano que comercia por su cuenta [porque] perjudica los intereses de sus súbditos y arruina las rentas del Estado". Se pasa después al misterioso irlandés Richard Cantillon, autor del Ensayo sobre la naturaleza del comercio en general, publicado póstumamente en 1755, y a Adam Smith, al que, igual que Schumpeter, no aprecia Estapé, al contrario que a David Ricardo.
Fabián Estapé brilla con sus comentarios biográficos, y la materia prima da mucho de sí: pensemos en las vidas de personajes como John Stuart Mill o Karl Marx. Es interesante que a la hora de seleccionar textos de Marx, Estapé incluya dos de Friedrich Engels: el panegírico que leyó ante la tumba de su amigo cuando fue enterrado en el cementerio londinense de Highgate, y El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, una pretenciosa extensión a la biología de la teoría del valor-trabajo. Del propio Marx sólo incluye el escalofriante prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política con esa frase tremenda sobre la imposibilidad del pensamiento libre. Como era de esperar, se entusiasma Estapé excesivamente con Schumpeter y John Kenneth Galbraith, pero también con John Maynard Keynes.
Tras los retratos de esos economistas, Estapé incluye tres capítulos con objetos colectivos. "Los premios Nobel que he conocido", que son Ragnar Frisch, Paul Samuelson, John R. Hicks, Wassily Leontief, Hayek, James Tobin, Harry M. Markowitz y Amartya Sen. Otro capítulo se titula: "Las economistas", y pasa revista a: Jane Haldimand Marcet, Harriet Martineau, Millicent Garret Fawcett, Beatrice Potter Webb, Rosa Luxemburg, Joan Robinson, y Marjorie Grice Hutchinson.
El último capítulo es "Otras singulares trastiendas", e incluye a: François Quesnay, Thomas Robert Malthus, Alfred Marshall, Piero Sraffa, William Stanley Jevons, Knut Wicksell, Jaume Carner Romeu, Antonio Flores de Lemus, Harry Dexter White, y Frank Ramsey.