Ensayo

Las Enciclopedias en España antes de l'Encyclopédie

Alfredo Alvar Ezquerra (ed).

20 noviembre, 2009 01:00

Fundación CajaMadrid/CSIC, Madrid, 2009. 568 páginas, 29 euros


Nos hallamos ante un libro magnífico y bellamente editado, que saca a la luz las ponencias de un congreso con el que se ponía fin a un proyecto de investigación sobre la figura y la época de Miguel de Cervantes. ¿Cuáles eran los conocimientos necesarios entonces para los diferentes sectores de la sociedad? es la pregunta inicial sobre la que se articuló el congreso que, al tiempo que trataba de conocer mejor aquella España situada a caballo de los siglos XVI y XVII, planteaba algunas de las más novedosas vías de investigación de la historia de la cultura y sobre todo -pues ésta es su principal aportación- rompía los límites cronológicos de la época cervantina para hacer una reflexión de conjunto sobre los afanes del conocimiento enciclopédico desde la Antigöedad hasta nuestros días. Dos son, por tanto, los ejes del libro, en el que participa una veintena larga de historiadores y filólogos. De una parte, los saberes del mundo en el que vivió Cervantes, y de otra, la historia de los conocimientos enciclopédicos.

La indagación sobre la cultura en la época de Cervantes no se limita, en algunos casos, al periodo estricto de la vida del escritor, sino que aborda un espacio temporal más amplio, en el que unos determinados conocimientos básicos apenas variaron. Con una u otra perspectiva cronológica, encontramos así varios estudios sobre los espejos o manuales de la verdadera nobleza (Rica Amran, D. García Hernán, J. I. Ruiz Rodríguez), los relojes de príncipes (J. L. Gonzalo Sánchez-Molero) o los modelos del perfecto humanista (A. Madroñal). Otros textos analizan diversos tipos de manuales o libros sobre los conocimientos básicos necesarios, bien fuera para teólogos (E. García Hernán), militares (E. Martínez Ruiz), mercaderes y contadores (Elena García Guerra), juristas (Agustín Bermúdez), o escribientes (Emilio Blanco). Antonio Martínez Ripoll se ocupa de los repertorios iconográficos y los libros de emblemas, auténticas recopilaciones de imágenes en los siglos XVI y XVII, mientras que María Dolores Delgado y Pierluigi Nocella estudian los cronistas generales de Indias, algunas de cuyas obras -piénsese, por ejemplo, en Fernández de Oviedo o José de Acosta- tuvieron un destacado afán de recopilación enciclopédica. En fin, Alfredo Alvar -autor también de la Introducción- estudia la formación y lecturas de Miguel de Cervantes, y Gloria Franco analiza los tratados para la formación de la mujer doméstica en el XVIII.

El afán de sistematizar, de reunir y ordenar la totalidad de los conocimientos, es inherente a la cultura, pues en el fondo, a lo que aspira ésta es a comprender el mundo en el que vivimos. Por ello, aunque el concepto estricto de enciclopedia no aparezca propiamente hasta el Renacimiento, las recopilaciones o sistematizaciones, ya sea de todo el conocimiento humano de una determinada época o de un aspecto concreto de éste, se hunden en la noche de los tiempos. El modelo más acabado habrían de ser las enciclopedias del XVIII que, no en vano, constituyen uno de los aspectos más claramente definitorios de aquella centuria y del magno fenómeno cultural de la Ilustración. Jaime Alvar estudia las recopilaciones de la Antigöedad, desde las tablillas cuneiformes de Ebla a las Etimologías de San Isidoro. Otros autores se centran en el mundo islámico (Maribel Fierro), hebreo (Mariano Gómez Aranda) o en las traducciones y sistematizaciones medievales (Carlos Alvar). El XVIII -como no podía ser menos- constituye una parte fundamental del libro, con los estudios de Gonzalo Anes, quien analiza el proceso de creación de las Reales Academias y los proyectos enciclopédicos de éstas, y Luis Miguel Enciso, que se ocupa de la recepción de las Enciclopedias francesas en España. Otros dos textos completan tan importante libro. El de Jaime Olmedo sobre los repertorios bibliográficos colectivos desde la Antigöedad al siglo XVIII, y el de José Manuel Lucía, que nos introduce en las posibilidades enciclopédicas de la informática a través del "Banco de Imágenes del Quijote".