España en cambio. El segundo franquismo, 1959-1975
Nigel Townson
11 diciembre, 2009 01:00Nigel Townson. Foto: Gustavo Cuevas
De este modo, un conjunto de historiadores, especialistas en ámbitos dispares (sindicalismo, Iglesia, turismo, relaciones internacionales, etc.), coordinados por Nigel Townson (1959), se han puesto a la tarea de desentrañar y explicar las sorprendentes y contradictorias mutaciones que tienen lugar en tan apretada fase, apenas cinco lustros. La base de todo, indudablemente, es el desarrollo económico, con una tasa media de crecimiento industrial del 9 por ciento y un crecimiento real medio de cerca del 7 por ciento, indicadores que sólo fueron superados en esas fechas en todo el mundo desarrollado por Japón y que llevan aceleradamente a la sociedad española de un patrón agrícola atrasado a un modelo industrial moderno.
¿Gracias a la dictadura o a pesar de la dictadura? La polémica política e ideológica siempre está abierta pero los datos son indiscutibles: sobre la base de esa metamorfosis estructural se suceden en cascada cambios en todos los sectores, desde la producción al consumo, pasando por la redistribución poblacional, el paso (digamos para simplificar) de una sociedad predominantemente rural a otra urbana. No pueden obviarse como factores determinantes a la hora de elucidar el proceso la sustancial entrada de inversión extranjera -auspiciada por una favorable coyuntura internacional- y, sobre todo, la presencia de dos movimientos contrapuestos y complementarios que simbolizan la índole del desarrollismo franquista: la masiva emigración hacia otros países y la intensa llegada de turistas, aspectos que convergen en una fortísima entrada de divisas que resultará esencial para comprender el llamado "milagro español".
El seiscientos y la televisión han quedado como símbolos materiales de aquella sociedad, iconos también de una época que vive la revolución del frigorífico y el despegue del consumo, que pronto se trueca en consumismo, con la aparición de actitudes más abiertas y hedonistas que terminarán trasladándose al campo político en forma de templada aspiración a la libertad. Unas alteraciones tan profundas y rápidas provocaron, como se ha dicho, una convulsión en las actitudes y los modos de vida pero, por otro lado, el mismo carácter atropellado de los cambios hacía difícil la asimilación de las nuevas realidades. Importa destacar por ello-y así lo hacen los autores- que España se convierte así en una sociedad contradictoria, en la que la minifalda coexiste con la censura y el bikini con los desfiles procesionales.
Al final, el Spain is different terminará paradójicamente haciendo a España menos diferente, hasta el punto de que aquí se subraya por diversos especialistas que, en muchos aspectos, el país del tardofranquismo no era tan distinto de otras naciones del entorno europeo. Una conclusión, argumentada y sostenida por aportaciones empíricas, que escocerá a todos los que siguen parapetándose en apriorismos ideológicos. El libro no trata de legitimar nada -y menos aún un régimen cercenador de libertades- sino de explicar la aparición de una "sociedad civil predemocrática"que hizo luego posible (y relativamente fácil) el tránsito pacífico a un sistema constitucional.