Cristo con un fusil al hombro
Ryszard Kapuscinski
19 marzo, 2010 01:00El último, traducción magnífica de Agata Orzeszek, se publicó en polaco en 1975. Los editores debían haber prologado los diez textos recogidos en esta edición (cuatro sobre Oriente Próximo, cinco sobre América Latina y uno sobre África) con una breve nota, precisando las fechas y circunstancias en que se redactó y publicó originalmente cada uno de ellos. No lo han hecho y el lector se ve obligado a adivinar esos detalles entre líneas.
Para la portada se ha preferido una foto del sacerdote Camilo Torres al retrato del Che Guevara representando a Cristo con un fusil al hombro, colgado de una pared junto al del héroe boliviano de Teoponte, Néstor Paz, que llamaron la atención de Kapuscinski en 1970 en la Universidad de La Paz. La conspiración fallida de Teoponte y la proclamación de seis presidentes en tres días le sirven al autor para hilvanar un brillante retrato tragicómico de Bolivia y de la América Latina de los años 60 y 70. En él, como en los nueve capítulos restantes, encontramos lo mejor del gran analista de la historia, reportero, poeta, psicólogo y filósofo que fue Kapuscinski.
La mirada corta no sirve para valorar su obra ni este libro en particular. Sus profecías y previsiones sobre el vínculo entre Jordania y los palestinos han quedado obsoletas. Donde Kapuscinski no tiene rival es en la contextualización y el diagnóstico de cada conflicto analizado, y en habilidad para resumir en un titular o en una metáfora millones de libros y de imágenes.
"Sería muy interesante que alguien investigara en qué medida los sistemas de comunicación de masas trabajan al servicio de la información y hasta qué punto al servicio del silencio", concluye en su extraordinario reportaje sobre el asesinato del embajador alemán en Guatemala, el conde Kart von Spreti, el 5 de abril de 1970.