Las grabaciones de Bill Clinton. Diario confidencial del Presidente (1993-2001)
Taylor Branch
19 marzo, 2010 01:00Bill Clinton. Foto: Adrian Dovarganes
Branch tenía, sin embargo, demasiado sentido histórico como para no dejar constancia de sus conversaciones y cuando a última hora regresaba a casa, grababa un extenso resumen de lo que acababa de oír. Y estas cintas, no las grabadas en la Casa Blanca, son las que le han servido a Branch para escribir Las grabaciones de Clinton. Las cintas de Branch, a diferencia de las de Clinton, van a ser puestas a disposición de los investigadores en breve plazo.
Las novedades que ofrecen Las grabaciones... no son sensacionales. La más comentada ha sido el relato del presidente acerca de la noche en que Yeltsin, invitado de la Casa Blanca, salió a altas horas de la noche en ropa interior para coger un taxi e irse a comprar una pizza, según contó a los asombrados agentes de seguridad que le localizaron, pero las monumentales borracheras del mandatario ruso estaban ya suficientemente documentadas. Los principales temas tratados incluyen las relaciones de Clinton con diversos políticos y los grandes temas de la política exterior de la época, incluidos Oriente Medio, las intervenciones en Bosnia y Haití y el acuerdo de libre comercio con Canadá y México. Lo mismo que ocurre al leer las memorias del propio Clinton, llama la atención la extraordinaria variedad de asuntos que el presidente debía abordar al mismo tiempo. Por otra parte la capacidad mental de Clinton es de una índole muy especial, como ya se sabía, y Branch cuenta cómo podía mantener su conversación con él, hablar con un colaborador y rellenar un crucigrama a la vez. Nadie espere encontrar en Las grabaciones de Clinton ninguna revelación sobre sus relaciones con Monica Lewinski. Sí aparece en cambio una aguda observación sobre sus posibles sucesores republicanos. Según Clinton, McCain sería un buen presidente pero no sabía como conducir una campaña, mientras que Bush no tenía dotes para presidente pero tenía un gran instinto electoral.