Muhayababes
Allegra Stratton
23 abril, 2010 02:00"Decidí que merecía más la pena gastarme el dinero en viajar a Oriente Próximo", añade. "Iría hasta allí para comprobar si la población joven […] se estaba desarrollando al gusto de los catedráticos". Reconoce que apenas tenía contactos cuando inició el viaje, que optó por dejar fuera a Irak por razones de seguridad y que decidió hablar sólo "con todo aquel que aparentase tener mi edad".Con unas ligeras nociones de la lengua, tras pasar varias semanas en Beirut, Amán, El Cairo, Dubái, Kuwait y Damasco, recopiló sus impresiones en forma de libro, una aproximación interesante pero superficial a un sector de la cultura juvenil árabe poco conocido en Occidente.
Muhayababes procede del término muhayaba (chica con velo) y la palabra inglesa barbies (muñecas). Así describe a las jóvenes con velo, tacones altos y pantalones superceñidos, cigarello thin and Coco Chanel chic, que se pasan el día viendo videoclips musicales por satélite. Con mimbres tan endebles para un cesto tan enrevesado resulta complicado obtener un producto brillante, pero la osadía y la inocencia aparente de la autora le llevan a rincones y confesiones casi todas anónimas que alumbran aspectos muy interesantes de la revolución social, religiosa y política que está gestándose en las sociedades árabes. Abre múltiples ventanas de enorme calado pero arroja más sombras que luces sobre cada una de ellas. ¿Por qué se ha intensificado el uso del velo? ¿Qué diferencia hay entre el matrimonio urfi, legal y bendecido por la sharía, y las relaciones sexuales por dinero o fuera del matrimonio?
Las muhayababes, perdidas entre la religión, el velo, la represión y la necesidad de oxígeno, que reciben sobre todo de la televisión, viven, si Stratton tiene razón, en una permanente e insoportable contradicción.