Ensayo

El coro mágico. Una historia de la cultura rusa

Solomon Volkov

21 mayo, 2010 02:00

Trad. F. Esteve y C. Fajardo. Ariel. Barcelona. 2010. 384 páginas, 36 euros.


Escrita por un emigrado ruso en Estados Unidos, el periodista e historiador Solomon Volkov (Uroteppa, 1944), que llegó a conocer de primera mano la extinta URSS, esta obra nos ofrece una historia muy viva de la cultura rusa desde el final de la época zarista -el libro comienza con la muerte de Tolstói en 1910- hasta el advenimiento de Putin, al inicio del XXI, en medio de una fuerte crisis de valores y de cultura, sobre todo de alta cultura (la intelligentsia). Entonces muere Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura, figura mundial a raíz de la publicación de su novela testimonio Archipiélago Gulag (que en Rusia sólo se pudo leer tras la perestroika).

Solzhenitsyn, que emigró más de una década a EE.UU y que, cuando regresó a Rusia tras el derrumbe de la URSS, estaba relativamente olvidado en Occidente, pero aún gozaba en Rusia de un papel de gurú, había llegado a decir con pesisismo: "Ya no queda nada que no haya sido arruinado o malversado". Sin embargo, en ese siglo XX convulso, lleno de mártires y sacrificio, pocos pueden ignorar que entre censuras, emigrados, oficialistas o disidentes, la cultura rusa gozó de una verdadera y poderosa Edad de Plata.

Poetas como Maiyakovski, Esenin, Ajmátova, Blok, Tseviétaieva, Brodsky (otro premio Nobel) o el oportunista e ingenioso Yevtushenko, se unen a prosistas como Tolstói, Chejov, Bábel, Bely, Nabokov, Pasternak, Grossman, Bunin, a grandes teóricos del arte dramático como Stanislavski o Meyerhold, grandes bailarines como Nureyev, Nijinski, Paulova o Diaghilev, y músicos como Stravinski, Scriabin, Prokofiev, Rajmáninov o Shostako. ¿Cómo no hablar de la grandeza cultural de Rusia, dentro y fuera del sistema soviético?

El libro es más que rico en nombres y anécdotas, y también en informaciones que aún sorprenden en Occidente: si Doctor Zhivago, la novela que en 1959 le valió el Nobel al poeta Boris Pasternak fue muy famosa en el resto del mundo, cuando pudo publicarse en Rusia tuvo escaso renombre, porque los rusos preferían otra obra que refleja la misma época, del borracho y atípico Shólojov (Nobel asimismo), como era El Don apacible.

Rusia (grande y rica y hoy en crisis, como todo) permanece como un misterio entre Europa y Asia. ¿Un misterio salvífico?