Ensayo

El mundo de la renovación católica, 1540-1770

R. Po-Chia Hsia

4 junio, 2010 02:00

Traduc. Sandra Chaparro. Akal. Madrid, 2010. 302 páginas, 24 euros


Estamos ante una buena síntesis sobre el fortalecimiento del catolicismo impulsado por el concilio de Trento y su desarrollo posterior. El concepto de renovación, de enorme interés, huye de la vieja diatriba reforma/contrarreforma que se analiza al comienzo del libro. Su autor, profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania nacido en Hong-Kong, es un destacado especialista en la historia de la Iglesia y la religión, a la que ha dedicado numerosos estudios. Tres son los méritos fundamentales del que ahora nos presenta: haber intentado analizar todos y cada uno de los muy diversos aspectos vinculados al tema, hacerlo con una visión global -en el auténtico sentido de la catolicidad- que no solo tiene en cuenta el ámbito europeo sino que integra también la expansión misional por otros continentes, y de forma significativa Asia; y, sobre todo, transmitir adecuadamente la idea del gran esfuerzo de disciplinamiento y control que supuso la renovación católica.

Especialmente atractivo es el análisis del catolicismo europeo en tres apartados distintos sugeridos por la propia doctrina católica: la Iglesia triunfante (los países donde se impone claramente la renovación), la Iglesia militante de aquellos otros en que hubo de combatir de forma áspera con el protestantismo, y la Iglesia de los mártires de la franja noroeste de Europa, en la que los regímenes protestantes ilegalizaron y reprimieron el catolicismo. El mayor problema al que ha tenido que enfrentarse Hsia es la dificultad de incluir en una síntesis relativamente reducida las múltiples cuestiones y vertientes de un tema tan amplio.

Puede decirse que lo ha resuelto bien, aunque haya unos aspectos mejor tratados que otros, como por ejemplo los conflictos de la Iglesia con los poderes soberanos, que tienen una menor presencia. Otra cuestión discutible es la cronología, que presta escasa atención a los movimientos de reforma anteriores a Trento y que concluye con la supresión de la Compañía de Jesús, que el autor considera el elemento más significativo de la crisis y el fin de una época. Tal idea, no obstante, está apenas esbozada, pues el siglo XVIII aparece poco en una obra que tampoco distingue periodos dentro del dilatado espacio cronológico que estudia.

Con todo, se trata de un buen libro, extraordinariamente útil para el público interesado en la historia del catolicismo de la Edad Moderna y que aporta información sobre infinidad de cuestiones. Otro más de los que integran la serie Historia Moderna de la editorial Akal, que lleva años traduciendo obras destacadas bajo la experta dirección de Fernando Bouza.