Ensayo

El desmoronamiento de España. El informe Recarte, 2

Alberto Recarte

26 noviembre, 2010 01:00

Alberto Recarte. Foto: Antonio X. Xoubanova

La Esfera de los Libros. Madrid, 2010. 545 páginas, 22 euros


Tratando de lo mismo, éste es un libro algo diferente del primer Informe Recarte, publicado el año pasado. El peso de la política y las instituciones es más apreciable (caps. I y IV), y las críticas, más abultadas. Alberto Recarte (Madrid, 1947) repasa las debilidades de nuestro marco institucional en las últimas tres décadas, con la idea de que no se resolverán los problemas económicos sin abordar la degeneración de la clase política, que desemboca en situaciones de bloqueo como las que hemos vivido y vivimos. Denuncia las perversiones del sistema, desde los partidos políticos y las organizaciones sindicales y empresariales, hasta la politización del Tribunal Constitucional. Las críticas a la izquierda son abundantes, pero condena también al PP ("instalado en el populismo", p. 500), Gallardón, Aguirre y Rajoy (pp. 35, 151, 174, 280-1). En la muy liberal Comunidad de Madrid hay ¡137 empresas públicas! Llama a Esperanza Aguirre "líder liberal-populista" (página 280). No se salva nadie, desde Rosa Díez (página 185) hasta el servicio de Estudios del Banco de España (página 450). De hecho, no se salva ni el Rey (páginas 39-44). Entre esta multitud de críticas, propuestas como acabar con la financiación pública de empresarios y sindicatos (página 363), y un título tan poco esperanzador según el cual España se desmorona, nada menos, el lector no avisado puede caer en la tentación de descalificar el libro como superficial o extremista. No hay tal cosa. Es un volumen enjundioso y moderado.

Con muchos datos estadísticos, Recarte explica la situación actual de la economía española, con énfasis en las finanzas de las tres administraciones públicas, la Seguridad Social, el mercado de trabajo y el sistema financiero. El análisis es completo y en general legible por no profesionales, que tendrán quizá alguna dificultad en las páginas dedicadas a las pensiones y la banca, pero les aconsejo que no desfallezcan.

Los que pueden desfallecer, en cambio, son los que quieran encontrar aquí un ensayo liberal o anarquista. Nada de eso. Recarte cree en el Estado, al que ve aquejado con razón de múltiples males, desde el endeudamiento de ciudadanos e instituciones hasta el balance dañado de las cajas de ahorros, desde el desempleo producto de un inveterado intervencionismo hasta la Seguridad Social desequilibrada, y por supuesto el desastre de los gobernantes y su rendición ante los nacionalistas. Pero no plantea en ningún caso reducir apreciablemente el peso del Estado: su objetivo es que funcione de manera ordenada y no obstaculice el crecimiento económico.

Así que, mientras algunos lo llamarán ultra, limitémonos a constatar aquí que quiere mantener el Estado del Bienestar, quiere dejar el IRPF como está, y subirlo mucho para quienes cobren una cuantiosa indemnización por despido; propone bajar el Impuesto de Sociedades, pero sólo ligeramente, hasta situarlo al nivel de Alemania; defiende la subida del IVA y el aumento de todos los impuestos especiales: tabaco, alcohol, combustibles... ni la cerveza se escapa. Quiere subir también las tasas y las tarifas, y, aunque recomienda bajar las cotizaciones sociales, lo hace "con todo tipo de matices" (p. 365).