Pavo real de los Habsburgo, con el blasón de los dominios de la casa. 1555

Ramón María Serrera (Sevilla, 1948), catedrático de Historia de América de la Universidad de Sevilla, es uno de los más prestigiosos americanistas de nuestro país, tanto por su dilatada e importante obra de investigación como por las cuatro décadas que lleva enseñando en varias universidades. El libro que ahora nos presenta es la gran síntesis que demuestra ambas calidades, la investigadora y la docente. Su origen está en los capítulos que escribió para el tomo VIII de la Historia de España dirigida por el maestro Domínguez Ortiz. Desde entonces (1990) hasta ahora, ha incrementado, pulido y perfeccionado sus contenidos para hacérselos más completos y comprensibles a sus alumnos. El resultado final es extraordinario. Una especie de destilado añejo de sus muchos saberes y reflexiones sobre los dos primeros siglos de historia de la América española, que sabe engarzar perfectamente la época de los Austrias con el periodo anterior de los primeros descubrimientos y con el setecientos e, incluso, el mundo contemporáneo, sobre los que no faltan apuntes y reflexiones.

El libro no es una historia relato, sino una explicación de los diferentes temas basada en el planteamiento del estado de la cuestión, en el que el autor expone las diversas posturas y aporta la suya. Todo ello presidido por la sensatez y mesura en el análisis de los problemas historiográficos, así como la honradez intelectual. Como él mismo señala, se trata a la vez de una obra de investigación, un manual universitario y una monografía de síntesis, y el haber logrado el equilibrio entre tales opciones es seguramente el mayor mérito de los muchos que tiene. Otros dos son la notabilísima incorporación de textos de la época, que permiten al lector hacerse una idea más cumplida de las cosas, y la amplía y muy cuidada selección de ilustraciones, cuadros, y mapas, que forman como una segunda historia, en esta ocasión visual. Ello hace del libro una obra de arte en sí misma, lo que constituye un mérito evidente tanto del autor como de las dos editoriales. No obstante acaba de salir a la venta una edición en rústica, más asequible.

El estudio se divide en tres partes, no solo temáticas sino también cronológicas, en las que se incluyen todos los aspectos de la realidad americana, desde los demográficos, económicos y sociales, a los políticos e institucionales, religiosos, culturales o artísticos. La primera: "El ciclo de la conquista (1517-1542)" destaca este gran periodo de poco más de dos décadas en el que se produjo la formidable expansión del territorio americano sometido al emperador Carlos V. El argumento esencial es el choque que supuso y sus numerosos efectos, no solo culturales sino también ecológicos y dietéticos, así como las resistencias del mundo indígena, que obligaron a una justificación teórica, acompañada por un intenso debate sobre la licitud de la conquista. La segunda parte: "La organización del sistema colonial (1542-1598)", se ocupa en primer lugar de los controvertidos aspectos demográficos, con el colosal descenso numérico de los indígenas y el surgimiento de una sociedad multirracial. Estudia después la articulación de la nueva sociedad, la organización de la explotación económica, y la estructuración del poder real y de la Iglesia indiana. La tercera, por último: "La consolidación de la personalidad continental (1598-1700)" analiza el siglo XVII, cuyo aspecto más señalado es la maduración de la América hispana y, en consecuencia, el gradual debilitamiento de los vínculos que la unían a la metrópoli. Ello se manifestó en la pérdida de la exclusiva ibérica en la colonización del Nuevo Mundo, el incremento del comercio ilícito y la reducción de los beneficios de la corona, así como el peso progresivo de una sociedad criolla, que participaba cada vez más del poder y que, al tiempo que contribuía también a limitar el excedente colonial, comenzaba a plantear problemas de identidad y tensiones. Al final del periodo de los Austrias, y aunque aún faltara un siglo largo para la independencia, se percibían ya algunos de los elementos que habrían de estar en su trasfondo.

Aunque dedicado a sus alumnos y concebido inicialmente para ellos, el libro es una magnífica síntesis sobre la América española en tiempos de los Austrias, altamente recomendable para quien desee conocer los numerosos aspectos de aquella apasionante historia.