Socotra, la isla de los genios
Jordi Esteva
27 enero, 2012 01:00Hay una peculiaridad de este libro que genera un flujo de fascinación constante: a diferencia de la inmensa mayoría de los libros de viaje, en Socotra es el visitante el que trata de convencer a los locales de la grandeza mítica de la tierra que están pisando y no a la inversa; es el viajero quien seduce y alienta a los locales con historias míticas como la de Simbad (tiene gracia, a quien ni siquiera conocen), recuperando para ellos un halo de prestigio que tal vez se había perdido en la noche de los tiempos. La poca documentación y la ambigüedad de los testimonios que se tienen sobre Socotra hacen el resto.
Resulta agradable leer a Esteva entre otras cosas porque no trata de convencer a nadie y porque su cultura nunca es petulante, sino fascinada y luminosa. Esteva ha sabido encontrar aquí la cuadratura del círculo de los buenos libros de viaje: hablar de sí mismo sin caer en la confesión innecesaria, ser sentimental sin deslizarse hacia la cursilería, no proyectar ni sobre los objetos que encuentra ni sobre las personas que se cruzan más que una mirada inteligente y despierta, estar dispuesto a que la realidad niegue el fruto de muchos meses de estudio. El resultado final de este Socotra es cercano a la confesión íntima de un amigo refinado y sensible, que narra su viaje en un peculiar estado de gracia.