Augusto, el primer emperador
Anthony Everitt
7 septiembre, 2012 02:00Naufragios, sacrificios humanos, huidas por los pelos, pasiones desenfrenadas, batallas terrestres y navales, escándalos familiares..., la vida y el gobierno de Augusto soportaron demasiado dramatismo para ser tan extensos. Pero mayor alcance tendría el inédito sistema político con que reforzó y expandió el poder de Roma en el siglo I permitiéndo que su influencia perdurara 500 siglos más. El amplísimo número de estudios sobre el periodo -de los que La revolución romana, de Syme, es tal vez el mejor- lleva a Everitt a centrarse en el hombre que hay tras el emperador y presta especial atención a las visicitudes de sus íntimos avatares.
Una biografía que se disfruta como un biopic televisivo, sin complicaciones historiográficas.