Image: La guerra nuclear y la catástrofe ambiental

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Ensayo

La guerra nuclear y la catástrofe ambiental

Noam Chomsky y Laray Polk

4 octubre, 2013 02:00

Imagen de la explosión de Hiroshima

Traducción de Santos Mosquera. Paidós. 193 pp. 15'95 €.

La posibilidad de una guerra nuclear y el creciente deterioro del medio ambiente, incluido el calentamiento global antropogénico que conlleva, constituyen sendas amenazas a la habitabilidad del planeta respecto a cuya importancia existe un amplio grado de consenso social, aunque este no se haya traducido en actitudes y acciones adecuadas en el plano político. Esta conciencia colectiva se ha alcanzado gracias a una activa campaña de advertencia que a lo largo del último medio siglo ha sido liderada por personalidades del calibre del filósofo Bertrand Russell, el Nobel de Química Linus Pauling o el lingüista Noam Chomsky, cuyo libro reseñamos aquí. Se trata de un resumen actualizado de sus ideas sobre la amenaza nuclear y el problema ambiental en diálogos con el escritor Laray Polk.

Desde la segunda guerra mundial, la humanidad ha adquirido la capacidad de autodestruirse o, al menos, la de destruir la posibilidad de una existencia decente y organizada. Aparte de los meros observadores aterrados, cabe distinguir entre los que se aprestan a hacer algo para atajar estas amenazas y los que decididamente se empeñan en promoverlas. En opinión de Chomsky, entre los primeros se encuentran los miembros de las sociedades menos favorecidas, junto a las poblaciones indígenas (lo que queda de ellas) y, en fin, junto a grupos tribales que viven más de cerca el deterioro ambiental que la amenaza nuclear, mientras que como promotores sitúa a las sociedades más poderosas. A propósito del primer grupo, se refiere el lingüista a la política de Ecuador para la extracción de su propio petróleo y al conocido discurso de Hugo Chávez en la ONU en el que empezó diciendo, refiriéndose a George Bush, ‘aquí ha estado el diablo'. En opinión de Chomsky, ésta y otras salidas de Chávez facilitaron la caricatura del venezolano por parte de la prensa occidental y el silenciamiento de su verdadero mensaje: la propuesta de un acuerdo global para adaptar la economía a una menor tasa global de uso de energías fósiles, algo a primera vista sorprendente de parte del máximo representante de un país extractor de crudo.

En contraste, los grandes líderes mundiales, al propugnar la ‘independencia energética', no harían otra cosa que empujar el deterioro ambiental y el calentamiento global, ya que, con la excepción de la tímida y quijotesca Europa, casi nada efectivo se está haciendo para frenar las emisiones de anhídrido carbónico o para desarrollar energías limpias por parte de los grandes poderes.

Ha pasado más de medio siglo desde la crisis cubana de los misiles, ‘el momento más peligroso de la historia' en frase del historiador Schlessinger, y la versión que da Chomsky del acontecimiento y de la actuación de Kennedy dista mucho de la edulcorada historia que nos ha legado Hollywood. Reagan volvió a tentar la suerte con falsos conatos de ataques destinados a descubrir los sistemas de alerta rusos y con el megaproyecto de paraguas nuclear y, en la actualidad, la posibilidad de una catástrofe atómica es más grave de lo que parece, ya que han proliferado los conflictos que tienden a propiciarla: Irán/Israel, India/Pakis- tán o las dos Coreas representan confrontaciones en las que bastaría un misil desmandado para provocar un invierno nu- clear que afecte a todo el planeta.

Aparte de ser uno de los lingüistas más importantes e innovadores del siglo XX, Chomsky ha sido un vigoroso activista que se inició en la palestra pública con la oposición a la guerra de Vietnam y no ha dejado de plantar batalla en todas las confrontaciones ideológicas posteriores, desde la lucha antinuclear a la liberalización de las drogas y la antiglobalización. Ha criticado repetidamente la política exterior de Estados Unidos, sobre todo en lo que tiene de doble moral, predicando democracia y aliándose con dictadores. Prescindiendo de etiquetas ideológicas, es fácil estar de acuerdo con buena parte de lo que dice Chomsky en este libro y, haya acuerdo o no, sus ideas deben ser tenidas en consideración si nos preocupan los problemas que las suscitan.