Image: Canalejas. Un liberal reformista

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Ensayo

Canalejas. Un liberal reformista

Salvador Forner Muñoz

18 abril, 2014 02:00

Canalejas

FAES. Madrid, 2014. 196 páginas, 15 euros.

A finales de noviembre de 2012 se conmemoró el centenario del atentado que costó la vida a José Canalejas (Ferrol,1854-Madrid, 1912), presidente del Consejo de ministros en aquellos momentos. Fue una conmemoración discreta, tal vez porque la figura de Canalejas no ha recibido suficiente atención de los historiadores, si se exceptúa la biografía que le dedicó Diego Sevilla Andrés en 1956 y los trabajos del propio Forner en los 90. Junto con Eduardo Dato, Canalejas representa la voluntad, ampliamente compartida en los años iniciales del siglo XX, de renovar la savia del añejo liberalismo español con la adopción de una actitud decididamente intervencionista en el campo de las relaciones laborales. Salvador Forner habla en este libro de un liberalismo reformista muy cercano a las ideas políticas que propiciaron el gran triunfo liberal de las elecciones británicas de enero de 1906 y culminaron en el presupuesto del pueblo presentado por David Lloyd George en abril de 1909. Pero hay mucho más. Canalejas es un hombre de la Restauración diseñada por Cánovas, a la que él se adhirió, a pesar de sus orígenes republicanos, desde el otro extremo del espectro político que representaba la Izquierda Dinástica. Una aspiración fundamental sería el sufragio universal.

En su afán por establecerlo Canalejas demostró, además, la voluntad de integración que fue característica de toda su trayectoria. Voluntad especialmente valiosa en la difícil coyuntura de 1898 que Canalejas abordó con gran independencia de criterio, como demostraría su viaje del otoño de 1897 a los EE.UU. y su entrevista con McKinley. Un mes largo de estancia en la isla le confirmaría en sus predicciones pesimistas.

Consumado el Desastre se manifestó partidario de una regeneración moral y política articulada en torno a la Monarquía. Un nacionalismo monárquico en el que se ponía de manifiesto al verdadero hombre de Estado que empezaba a emerger. Con el inicio del siglo -y del reinado de Alfonso XIII- se perfilaría también la figura del político demócrata empeñado en la ampliación de las bases sociales del sistema. Fue entonces cuando manifestó su inclinación por un liberalismo intervencionista en materias laborales y económicas que chocó siempre con la miope resistencia del socialismo español, empeñado en un discurso obrerista. La supresión del impuesto de consumos sería, en cualquier caso, una mejora muy consistente de las condiciones de vida de las clases humildes. También respondería a la misma voluntad integradora de Canalejas su política religiosa que pretendía, sobre todo, afirmar la hegemonía del poder civil y hacer viable una libertad de cultos muy precaria dentro de los límites de la constitución de 1876. Algunas figuras de la Iglesia española, sensibles al magisterio de León XIII, entenderían muy bien esa voluntad conciliadora de Canalejas, que estaba muy lejos de ser el anticlerical que nos presentó la propaganda.

El libro de Salvador Forner, muy bien articulado, es una aportación de gran calidad para conocer la vida de un hombre, que fue segada el 12 de noviembre de 1912 por la locura criminal del terrorismo, cuando tal vez estaba a punto de alumbrar los mejores horizontes en la marcha de su país hacia la libertad y la democracia.