Ensayo

Al otro lado del muro. La RDA en sus escritores

VV.AA. Edición y traducción de Ibon Zubiaur

18 julio, 2014 02:00

Errata Naturae. 259 páginas, 19'50 euros

Sostiene Zubiaur, el responsable de esta fantástica antología de autores de la RDA, que tal vez no sea tan falsa aquella premisa de que la censura pueda en ciertos casos acabar produciendo unos textos literarios de una calidad superior. En ese sentido esta antología es precisamente el viaje a un lugar, y no sólo uno físico (el espacio que quedaba precisamente al otro lado del muro) sino mental. Es sabido que los sistemas totalitarios acaban produciendo incógnitas a un lado y a otro, tanto en el exilio como en el interior, en lo oficial de dentro y en lo oficial de fuera. La anomalía totalitaria genera una estirpe de raros, los raros a la fuerza. La extraordinaria excepcionalidad del espacio mental de la RDA generó precisamente esta estirpe de "raros" a los que antologa Zubiaur, un cónclave cuyas vidas parecen de nuevo palpitar con una realidad tan particularmente concreta que en muchos de los casos provocan una inusitada emoción. Zubiaur opina que a pesar de la endeblez teórica del realismo socialista adoptado sobre todo el estalinismo soviético, la literatura de la RDA no perdió en ningún momento de vista dos cuestiones esenciales; el dilema realista (si la literatura era o no capaz de representar verazmente la realidad circundante) y el dilema del compromiso marxista (si podía influir en esa realidad y transformarla).

El resultado es algo llamativo: frente a la esperable homogeneidad de los textos, se produjo más bien una extraordinaria heterogeneidad y diversidad. Como ocurre en todas las antologías los textos son de una calidad desigual y el deseo de ser exhaustivo provoca inclusiones menos felices, sólo porque son representativos de actitudes o modelos de la intelectualidad del régimen, pero dejando eso al margen se reseñan a autores de una fuerza extraordinaria, como el impresionante texto de apertura de Stephan Hermlin, los diarios de Brigitte Reimann, el impecable tono psicologista (a la altura de un buen Zweig) de Günter de Bruyn, el bernhardiano Wolfang Hilbig, la novela memorialista de Günter Kunert, de quien me quedo con ganas de leer sus aforismos, o la originalísima Irmtraud Morgner. Un editor atento no debería dejar pasar esta antología sin hacer una incursión ya filtrada en ese particular mundo literario de la RDA, para el resto, los lectores, este libro es un verdadero viaje mental donde la sorpresa espera en los lugares más -literalmente- insospechados.