Historia del cine
Román Gubern
16 enero, 2015 01:00Román Gubern. Foto: Santi Cogolludo
La Historia del Cine de Román Gubern apareció por vez primera en Ediciones Danae en 1969. La versión que alcanzó una formidable difusión fue, dos años después, la publicada por Lumen en dos volúmenes dentro de la mítica colección de Ediciones de Bolsillo. Después de La televisión (1965) y simultáneo a Godard polémico, el libro designó a Gubern, a sus 35 años, como un "sabio joven", lo que nunca ha dejado de ser por la variedad, cantidad y vitalidad de su producción y de su temple curioso y activo. Su Historia del cine se convirtió de inmediato en un libro indispensable para multitud de críticos, cinéfilos y cineastas, revalidando con el tiempo su vocación originaria de permanecer como un clásico de la bibliografía de cine en castellano, necesitada de una obra así.En 1972, la editorial mexicana Siglo XXI publicó la Historia del cine mundial, que el antiguo surrealista y viejo comunista Georges Sadoul había sacado con Flammarion en 1949 y había ampliado hasta su muerte en 1967, otro clásico -que, sin duda, Gubern conocía y manejó- que ha tenido una última edición en 2004. La minuciosa y prolija obra de Sadoul tenía un fuerte sesgo izquierdista, prestaba mucha atención al cine revolucionario y de los países del llamado Tercer Mundo y, a juicio de algunos -recuerdo a Chabrol-, presentaba muchos errores.
La Historia del cine de Román Gubern, diáfana y legible, se dividía -y se sigue dividiendo- en los siguientes capítulos: "El nacimiento del cine"; "La era de los pioneros"; "Formación de un arte"; "El arte mudo"; "El cine sonoro"; "El paréntesis de la guerra"; "La posguerra" y "El cine contemporáneo". Estos grandes bloques acogían más de sesenta epígrafes, en su conjunto, en los que se destacaban -y se destacan-, a criterio del autor, escuelas, movimientos y géneros, grandes cineastas, ámbitos nacionales y tramos concretos en el apogeo del cine de distintos países. Además de cuatro pliegos de fotografías en blanco y negro -que habríamos querido en color cuando procediera-, la nueva edición, en un solo volumen muy manipulable, sigue conteniendo los indispensables y agradecibles índices onomástico y de películas.
Estamos hablando, en efecto, de una nueva edición de Historia del cine, publicada por Anagrama después de que permaneciera inencontrable durante más de diez años y coincidiendo, a modo de guiño de homenaje, con el ochenta cumpleaños del crítico, catedrático, ensayista, memorialista, guionista y director de cine barcelonés. Después de un amplio "Post Scriptum" de 1987 y de un más breve "Epílogo en el centenario del cine" -agregado en 1995-, se añade ahora un capítulo titulado "Última sesión".
Es preciso recordar que, desde 1969, la isla en el océano de la historiografía en castellano del cine, que emergió con la obra de Gubern, ya forma parte de un pequeño archipiélago tanto de traducciones como de aportaciones (Sánchez Noriega, Caparrós Lera, Memba y, claro, los doce volúmenes, bajo el cuidado de Jenaro Talens, de Cátedra etc.) españolas. En sus escasas siete páginas, el suplemento "Última sesión" alcanza, a vuelapluma, para apuntar someros nombres, películas y tendencias de los últimos veinte años. Lars von Trier, David Lynch y Michael Haneke son, como escuetos huesos de cereza de ese texto complementario, algunos de los cineastas que el historiador considera suficientemente decantados como para incorporarlos significativamente -junto a otras pistas dispersas a seguir- al redondeo de su monumental obra.