Image: El oro y el caos. 500 años de imperialismo, deudas y derrumbes

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Ensayo

El oro y el caos. 500 años de imperialismo, deudas y derrumbes

Kwasi Kwarteng

31 julio, 2015 02:00

Detalle de la obra El cambista y su mujer, de Quentin Massys (1514)

Traducción de José Adrián.Turner. Madrid, 2015. 490 páginas, 29,90€

- Aquí puedes leer y descargar el primer capítulo de El oro y el caos

Ante el título, y sobre todo ante el subtítulo de la edición española de este libro, el lector probablemente propenda a pensar que se encuentra ante un alegato más sobre la responsabilidad de las potencias capitalistas en el desencadenamiento de las crisis financieras mundiales y la espiral de deudas que envuelve algunas naciones emergentes. Su lectura deshace el anterior prejuicio, ya que se trata de un libro bien documentado y muy ameno sobre la evolución de la economía monetaria mundial de los últimos cinco siglos, sobre todo del siglo XX, ya que el ochenta por ciento de sus casi quinientas páginas está dedicado a la descripción del mundo y su organización (o su desorganización, según se vea) financiera a partir de la Primera Guerra Mundial. El título original en inglés del libro es otro que el de su traducción, Guerra y oro, y el subtítulo, Quinientos años de Imperios, aventuras y deuda. Todo ello ligeramente menos dramático que la versión española que se nos ofrece, por cierto, en un lenguaje trabajoso y con algunos tropiezos en la terminología económica (por ejemplo, "déficit de cuenta actual" por déficit por cuenta corriente).

El autor es británico, hijo de emigrantes ghaneses, trabajó como analista financiero y es, desde 2010, con cuarenta años de edad, parlamentario en la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador. Su currículo académico no es menos brillante: antiguo alumno de Eton y de las Universidades de Harvard y Cambridge, donde se doctoró en Historia Económica. Este bagaje formativo impregna las páginas de la obra, con abundante y cuidada información en la que no faltan anécdotas divertidas y observaciones irónicas, por ejemplo, cuando se relatan las diferencias de comportamiento entre las delegaciones norteamericana y británica en Bretton Woods, la última encabezada por Keynes.

La actualidad de El oro y el caos resulta indudable. Dedica su último capítulo, además del epílogo, a las vicisitudes financieras recientes, al auge de China y a la actual tragedia económica y política griega, cuya responsabilidad atribuye tanto a los gobiernos conservadores y socialistas de años anteriores como a la demagogia -en términos literales- de Tsipras.

Sin embargo, la preocupación central del libro de Kwarteng es el creciente y excesivo endeudamiento de Estados Unidos y de los países europeos, incluso en épocas de prosperidad, contradiciendo la interpretación anticíclica de Keynes sobre la expansión de la deuda pública en períodos de depresión. En este y otros puntos, el autor del libro coincide con algunas de las tesis de Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff en su difundida obra Esta vez es distinto (2009). Al final de la obra, los focos se sitúan sobre el aumento del gasto público, no sólo militar sino también de programas sociales, de la administración de Obama. Pero, en realidad, el argumento central que recorre todas las páginas es la correlación de gasto público y endeudamiento durante la centuria posterior al conflicto mundial que acabó con la confortable pero frágil seguridad de las clases altas de Londres y otras ciudades occidentales en 1914. Aquella guerra acabó fatalmente con el patrón oro, cuyo renacer el autor considera sumamente improbable, entre otras razones, por la resistencia que China impondría al establecimiento de un tipo de cambio fijo.

Sin embargo, Kwasi Kwarteng no deja de añorar la estabilidad que caracterizaba aquel mundo. Es cierto, como han señalado algunos especialistas, que este no estuvo exento de crisis monetarias, por ejemplo la de 1890, asociada a la casa Baring y a las dificultades financieras argentinas. Aun así, el autor apunta a la confianza intuitiva en el oro, lo cual tal vez explique que la proporción de las reservas áureas en el Producto Interior mundial fuera del diez por ciento en 2010, la misma de 1920 o de 1950, sin que dicho porcentaje descendiese por debajo del cinco por ciento más que en contadas ocasiones.

- Aquí puedes leer y descargar el primer capítulo de El oro y el caos