Image: Ayala de viva voz

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Ensayo

Ayala de viva voz

Antonio Astorga

6 noviembre, 2015 01:00

Francisco Ayala. Foto: Archivo

Premio Antonio Domínguez Ortiz. Fundación J. M. Lara. Sevilla, 2015. 264 páginas, 18€

Entre recuerdos y olvidos, palabras impresas y silencios cómplices, el periodista Antonio Astorga (Archidona, Málaga, 1966) se ha propuesto recuperar en este libro la primera memoria y el recuerdo final de ese excepcional intelectual que fue Francisco Ayala (Granada, 1906-Madrid, 2009). Y lo hace en dos partes: la primera es una biografía sucinta que recupera lo vivido por el ensayista y narrador hasta 1977, fecha de su regreso tras un largo exilio en Suramérica y Estados Unidos; en la segunda, la parte más original de la obra, el autor convierte a Ayala en el narrador de su propia historia hilvanando con buen pulso decenas y decenas de entrevistas y artículos a través de los que recupera episodios cruciales como el regreso a Granada, que coincidió con el asesinato de los abogados laboralistas de Atocha, en enero de 1977, o el hartazgo que acabó provocándole la torrencial celebración del centenario de su nacimiento, en 2006.

No hay sombras en el relato luminoso que ofrece Astorga al retratar a un Ayala austero, amable y prudente, que medía las palabras pero no los afectos, y al que no le faltaba ni la severidad ni el buen humor, como demuestran las páginas dedicadas a la Real Academia y al hecho de ocupar el sillón Z, lo que llevaría al autor de Muertes de perro a bucear en sus recuerdos infantiles, entre el papel de fumar Zig-zag, el Zotal y la marca del Zorro... Más amargas resultan sus reflexiones sobre las patrias y los nacionalismos, a los que negaba cualquier futuro.