Image: PIHKAL y TIHKAL

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Ensayo

PIHKAL y TIHKAL

Alexander Shulgin y Anna Shulgin

4 marzo, 2016 01:00

Alexander Shulgin. Foto: Brian Vastag

Traducción de Juan Carlos Ruiz. Manuscritos. Madrid, 2016. 2 volúmenes. 978 y 804 páginas, 74'50€

Fue en 1991 cuando el bioquímico y farmacólogo Alexander "Sasha" Shulgin (California,1925-2014), en colaboración con su esposa Ann, decidió dar a prensa un grueso volumen cuyo enigmático título de PIHKAL no era sino el acróstico de Phenethylamines I Have Known And Loved [Las feniletilaminas que he conocido y amado]. A este seguiría otro en 1997, de similares características, titulado TIHKAL y dedicado esta vez a las triptaminas. Tanto la feniletilamina como la triptamina, aminas que se encuentran en pequeñas cantidades en el cerebro humano relacionadas con los neurotransmisores, al ser sintetizadas en laboratorio y sometidas a diferentes combinaciones, son base fundamental de las drogas de diseño de efecto psicodélico, alucinógeno, estimulante o antidepresivo, entre ellas y sobre todo, el famoso MDMA o "éxtasis", la droga del amor. Entre la publicación de PIHKAL y TIKHAL, en 1994, la DEA -departamento antidroga del gobierno de los Estados Unidos- asaltó el laboratorio de Shulgin, requisando las muestras con que trabajaba, consiguiendo que al bioquímico le fuera revocada su licencia para ejercer e imponiéndole una multa de 25.000 dólares.

Nada pudo impedir que PIKHAL y TIKHAL cumplieran su cometido: divulgar la obra e ideas de Shulgin en su apuesta por conquistar las fronteras de la percepción y el conocimiento humanos, a través de la fabricación y experimentación con drogas de diseño, poniendo al alcance de los interesados las fórmulas de 179 compuestos psicodélicos en el primer tomo y 55 más en el segundo, acompañados con los resultados de su consumo experimental por los Shulgin y su grupo de científicos.

Pocos asuntos tan polémicos, disputados y escabrosos como la legalización de las drogas. Tanto es así que a día de hoy, en nuestro país, pese a la existencia de numerosos colectivos que siguen luchando por esta, la mayoría, si no todos los partidos políticos ahora mismo en liza para formar gobierno pasan de puntillas por el tema, cuando no lo ignoran abiertamente. La guerra de las drogas divide a la opinión pública, de forma radical, entre quienes creen en su viabilidad para múltiples usos y necesidades, desde terapéuticas a recreativas, al libre albedrío y responsabilidad del individuo, bajo la protección de una legalidad que regule pertinentemente su comercialización y venta a los consumidores, acabando así con el mercado negro, la adulteración y las mafias… y quienes ven esta legalización como una monstruosidad que solo puede aumentar el número de adictos, facilitando drogas a personas sin ninguna formación o capacidad para consumirlas responsablemente.

Ni siquiera entre partidarios de una u otra postura hay total acuerdo en cómo legislar el asunto, existiendo poco concierto en torno a qué drogas calificar como "duras" o "blandas", si deben legalizarse solo las segundas o si existe realmente diferencia alguna entre ellas. Solo una cosa es cierta a estas alturas: en el siglo XXI, todo el mundo se droga.

PIHKAL y TIHKAL han llegado a España, de manos de la editorial Manuscritos, en una cuidadosa edición en cuya traducción y preparación han colaborado expertos internacionales y españoles como Jonathan Ott, José Carlos Bouso, Antonio Escohotado, M. Guzmán, F. Caudevilla, J. C. Aguirre o la mismísima Alaska, quien nos dice que "leer a Shulgin es un placer". No le falta razón. Más allá de lo que se piense sobre las drogas o la decisión de los Shulgin de publicar sus fórmulas, PIHKAL y TIHKAL, en sus mitades autobiográficas, son una aventura literaria en el conocimiento del cerebro humano, más apasionante que cualquier novela de ciencia ficción. Pasando revista al origen enteogénico del uso de las drogas en todas las culturas, hasta llegar a las especulaciones de Jung y su inconsciente colectivo o el budismo zen; al hilo de los experimentos realizados por el autor y de la historia de amor (al)química que le unió a su esposa y colaboradora, PIHKAL y TIHKAL deben ser conocidos, leídos y debatidos por quienes tengan o crean tener una opinión formada respecto a cuestión tan fundamental para la cultura humana en todo tiempo y lugar.

En palabras de Shulgin: "Es esencial que la actual propaganda negativa respecto a las drogas psiquedélicas sea sustituida por una difusión honesta y veraz acerca de sus efectos, tanto beneficiosos como perjudiciales". La verdad está ahí fuera.