Image: Palabras sin música

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Ensayo

Palabras sin música

Philip Glass

10 febrero, 2017 01:00

Philip Glass

Traducción de Mariano López. Malpaso, 2017. 496 páginas. 24 €. Ebook: 10,44 €

No es fácil escribir unas memorias. El género, en sí mismo, tiene precipicios por los que el protagonista puede despeñarse si no controla su propia historia. Suele ser habitual que el exceso de material (fechas, anécdotas, nombres...) acabe desenfocando lo sustancial. El compositor estadounidense Philip Glass, quizá consciente de ese abismo, ha construido sus recuerdos en Palabras sin música como si se tratara de una partitura, deslizando las notas de su vida con belleza y eficacia sin abandonar el tradicional relato cronológico.

Así, el autor de Einstein on the beach nos habla de sus inicios en Baltimore y la Universidad de Chicago, de su paso por la Juilliard neoyoquina, de sus impactos musicales -Schoenberg, John Cage, Stockhausen, Bud Powell, Charlie Parker...- de su paso por París y el descubrimiento de la nouvelle vague y de Brecht y Beckett, de su vuelta a Nueva York (para trabajar como transportista, fontanero y taxista) y colaborar en el estudio del artista Richard Serra, de su encuentro con Ravi Shankar y el mundo oriental, de sus creaciones junto a Bob Wilson, Doris Lessing, Scorsese y Coctau... conectando todo el conjunto con momentos íntimos -de trazo grueso- como su visita a España y su boda en Gibraltar, la especial relación con sus padres de ascendencia judía, su retiro en Cape Breton o la muerte de su segunda mujer.

El epílogo, quizá lo mejor de su relato, cierra la partitura acudiendo a repeticiones intencionadas ("prólogos y epílogos, principios y finales...") y a un tiempo presente que nos recuerda al melancólico y mítico ‘Rosebud' de Charles Foster Kane.

@ecolote