Ilus. Stina Wirsen. Siruela, 2005. 130 pág. 19’90 e. (A partir de 10 años)
Muchas incursiones de escritores de reconocido prestigio en el ámbito de la literatura infantil arrojan resultados similares. Por un lado, traen aires nuevos con sus aportaciones estilísticas, su despreocupación frente a las convenciones y su talante desenfadado y libre. Por otro, sorprende la torpeza con que plantean los nudos problemáticos, la simpleza en la estructuración del relato o la empobrecedora intención autobiográfica. En consecuencia, nos da la impresión de que el autor concibe esta obra como un libro menor y, por lo tanto, no es tan exigente consigo mismo como lo es en su producción adulta.
Per Olov Enquist aporta en esta novela experimentación, dominio del diálogo, sutiles pinceladas de la psicología infantil y situaciones de lograda comicidad. Pero se relaja demasiado a la hora de equilibrar el ritmo narrativo, explota en exceso la apelación a la escatología o al comer chucherías como forma de atrapar la atención del niño y resuelve de un modo abrupto y banal el conflicto planteado. Los fallos desmerecen los logros y la novela termina siendo prescindible.