La niña de rojo
Aaron Frisch
8 marzo, 2013 01:00Las escuetas frases de Frisch: "hay que estar alerta…todo el mundo te ve" irán marcando el tono inquietante de la narración hasta que la amenaza cobra forma en la figura del siniestro motorista que engatusa a la pequeña hasta su fatal destino. Y las palabras sobran cuando llegamos a esa última escena que atrapa la desesperación de una madre con la silueta iluminada de su apartamento en la oscura madrugada. Nunca Caperucita estuvo tan viva para el lector contemporáneo pero, no suframos por su incierto final, pues la palabra mágica de los cuentos siempre nos dejará soñar un desenlace más esperanzador para esta criatura universal de la literatura infantil.