A lo largo de la historia, el Rin ha sido frontera de imperios, escenario de cruentas batallas durante el tiempo medieval y origen de fantásticas leyendas. Bien lo conocía Victor Hugo, enamorado confeso de este magnífico río, y así nos lo transmitió, tras recorrer sus caudalosas aguas, en sus escritos. De cómo los habitantes de Aquisgrán lograron engañar al mismísimo diablo cuando este les ayudó a terminar la Catedral a cambio de la primera alma que entrara en el templo, sobre cómo el emperador Barbarroja conservó su barba, o historias de los tiempos en que un temible caballero habitaba los valles próximos a Heildeberg son algunas de las materias de los relatos seleccionados en el presente volumen. Antiguas leyendas centroeuropeas atesoradas por la tradición popular y primorosamente ilustradas.