Novela

El banquete

Orazio Bagnasco

21 febrero, 1999 01:00

Plaza & Janés. Barcelona, 1998. 361 páginas, 2.800 pesetas

E s usual que autores europeos se incorporen de forma normalizada el mundo del best-seller, de tradición y dominio anglosajón, pero lo cierto es que cada día son más los escritores que "descubren" la sencillez de escribir intrigas para las masas poco cultivadas. En el caso europeo, siempre queda un poso un tanto recalcitrante de "autor", como en el caso del novelista italiano Orazio Bagnasco y su novela histórica "El banquete". Una especie de intriga adobada con unas gotas de erotismo medieval, mucha gastronomía, ya que su autor, un conocido financiero enloquecido por la gastronomía antigua, es el fundador, en Lugano, de la Fondation Bibliothèque Internationale de Gastronomie.
Sea como fuere, Orazio Bagnasco gusta de trufar esta sencilla novela de intrigas palaciegas y cortesanos maliciosos de referencias cultistas que lastran cuando no llegan a poner de los nervios el lector ansioso por saber si además de Iujosas descripciones, costumbrismo y lecciones de historia sobre la boda entre Isabel de Aragón y Gian Galeazzo Sforza se esconde algo más que un tapiz de emociones un tanto cursis y muchas recetas de cocina del XVI.
La novela de detectives localizados en épocas del pasado más o menos remoto tienen distintos precedentes notorios, uno tan cercano como El nombre de la rosa de Umberto Eco, cuyas secuelas y efectos eruditos se siguen padeciendo después de tantos años de su aparición en el mercado. Aunque lo más adecuado sería citar las novelas de Ellis Peters, pongamos Un cierto sabor a muerte, cuyo detective, Fray Cadfael, es un monje benedictino del siglo XII dedicado como esos maravillosos personajes ingleses de las novelas de intriga que ejercen de detectives improvisados y acaban por descubrir los crimenes de su abadía y al asesino, en el estilo tradicional "whodunit" de Agatha Christie.