Novela

Noticias del mundo real

Juan Miñana

9 mayo, 1999 02:00

Tusquets. Barcelona, 1999. 232 páginas, 2.000 pesetas

Construida sobre una trama de intriga, esta novela constituye el soporte sobre el cual se plantean más profundas reflexiones sobre las consecuencias del paso del tiempo

C uatro novelas y un libro de cuentos publicados en menos de quince años y bien recibidos por la crítica avalan a Juan Miñana (Barcelona, 1959) como uno de los novelistas españoles que, con una obra narrativa ya importante en su haber, reclaman con mayor merecimiento una más amplia difusión entre los lectores. En sus libros, que han aparecido sin prisas, hay algunas constantes que responden a la configuración de un mundo personal. En el caso de Miñana dos de sus preocupaciones fundamentales, tal vez las más relevantes, están en una sostenida consideración meditativa del tiempo y en su prolongada indagación en la ciudad de Barcelona en diferentes épocas. Con lo cual este autor se sitúa en la órbita de algunos novelistas del Medio siglo y de la Generación del 68, desde los hermanos Goytisolo y Marsé hasta Vázquez Montalbán y Mendoza, como exponentes principales de la creación de un espacio literario barcelonés en diversas etapas a lo largo de este siglo, sobre todo en su lenta andadura desde la posguerra hasta la actualidad.
Noticias del mundo real es una novela construida sobre una trama de intriga que, además de propiciar un viaje revelador por ciertos rincones de la Barcelona de posguerra, constituye el soporte sobre el cual se plantean más profundas reflexiones sobre las consecuencias del paso del tiempo y sobre las contradictorias relaciones entre la realidad y la ficción. Todo comienza con la misteriosa desaparición de John Wayne un día de octubre de 1963 cuando debía intervenir, junto con Rita Hayworth y Claudia Cardinale, en el rodaje de la película "Circus world" (traducida al castellano como "El fabuloso mundo del circo"), dirigida por Henry Hathaway y producida por Samuel Bronston. A partir de aquí se abren varias líneas de actuación encaminadas a buscar al actor desaparecido manteniendo el secreto para no complicar más la situación. Dos jóvenes relacionados con una productora local se encargan de la investigación a cambio de la promesa que uno de ellos recibe para viajar con el equipo de Bronston a Los ángeles y cumplir su sueño de trabajar en el cine. Este es el narrador, Gabriel Icart, que cuenta lo sucedido entonces desde un presente narrativo situado en 1998.
Del rodaje interrumpido y de la ficción cinematográfica pasamos a los vericuetos del mundo real por medio del viaje urbano de Gabriel y su amigo Teddy, dos jóvenes estudiantes de Derecho con la cabeza llena de ilusiones alimentadas por un soñado futuro en el mundo del cine. Con ello la novela va descubriendo la cara oculta de Barcelona en los años 60, los del turismo y el despegue económico, que pretenden lavar la cara de la ciudad ocultando las miserias de la inmigración y de los reductos de pobreza, con visibles secuelas aún de la guerra civil. Pero la búsqueda del vaquero más famoso del mundo conduce a un plano más profundo en el significado de la novela. De manera que, con la gloria a cuestas y el peso del paso del tiempo, tras una noche regada con alcohol, el actor norteamericano persigue la confrontación con la propia realidad aplastada bajo la carga del personaje creado por el cine. Entramos así en el sentimiento del héroe cansado, en la trastienda de la realidad imaginada y en la paulatina revelación que el narrador va adquiriendo acerca de la figura de su propio padre, maestro republicano muerto en la inmediata posguerra. Y como toda la novela está contada desde la perspectiva de un personaje que ha pasado de los 20 años que tenía entonces a los (casi) 55 que tiene como narrador, aquella lejana búsqueda ha dado lugar también a un personal relato del aprendizaje que ha ido dejando en el camino tantos sueños de juventud perdidos entre las trampas y engaños de la vida. Todo va cayendo a manos de un progreso empobrecedor y la juvenil complicidad con las simplicidades de aquellas amadas películas se ha ahogado en la falta de convicciones para regir la existencia.