La concesión del teléfono
Andrea Camilleri
16 mayo, 1999 02:00Utilizando el intercambio de misivas "administrativas" entre los distintos personajes que entretejen esta hilarante novela "epistolar", Camilleri estructura su narración de una forma muy atrevida, haciendo de esa "recopilación" de cartas escritas con el estilo ampuloso, desmedido y descaradamente adulador, propio de la grandilocuencia al uso en la Italia finisecular, materia artística y de certero humor, demostrando cómo el lenguaje administrativo, ridículamente florido, así como sus lugares comunes, pueden llegar a caracterizar psicológicamente a unos personajes, configurar una trama, que comienza con la inocente petición de un teléfono de uso privado por parte de un ciudadano de un imaginario pueblo siciliano, y mostrarnos una acción. Se alterna lo "escrito", cartas y recortes de periódicos, con la transcripción del discurso hablado de varios de sus protagonistas, y por acumulación, el sarcasmo produce un "crescendo" en la risa del lector. Son las palabras y el mundo de los equívocos que provocan, las que mueven los hilos de ese tablado de marionetas que Camilleri tan certeramente nos brinda.