Novela

Obra completa, I y II

Severo Sarduy

3 octubre, 1999 02:00

Edición crítica. Coordinada por G. Correa y F. Wahl. ALLCA XX. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 1999. 1896 páginas, 9.800 pesetas

La coherencia de sus temas y la imposibilidad de separar los diversos géneros que manejó hacen de Sarduy, a caballo entre la cubanidad, el afrancesamiento y el orientalismo, un fenómeno literario único

L a colección "Archivos", como se conoce en el mundo de la crítica hispanoamericanista desde que comenzara bajo la dirección de Amos Segala, con la intención primera de publicar la obra de Miguel ángel Asturias, ha ido convirtiéndose en referencia obligada de los análisis de la literatura hispanoamericana. Los 40 títulos aparecidos hasta hoy lo han hecho bajo los auspicios de múltiples instituciones, al tiempo que graves dificultades de todo orden han convertido la irregularidad de sus apariciones en un impredecible Guadiana. En su resumida historia, que figura al final del segundo volumen, el lector podrá descubrir sus principales avatares de los que, desde julio de 1998, participa también Círculo de Lectores de España, Galaxia Gutenberg y otras firmas del grupo. Desde sus inicios, sus características pretendieron conferir a su presentación un corpus crítico rígido, adaptando a los textos la llamada crítica genética, así como algunos ejemplos de su recepción crítica y estudios especializados sobre el autor y su obra.

Tales reglas se han mantenido en la presente edición de estas obras casi completas del cubano Severo Sarduy (1937-1993). Gustavo Guerrero introduce, tras un poema de Andrés Sánchez Robayna, la figura del autor, de cuyas incidencias biográficas nada se dice (ni siquiera se anota la fecha de su fallecimiento). A continuación, una nota filológica describe las intenciones de los coordinadores, quienes han incluido las variantes textuales de las copias mecanografiadas con algunos rasgos manuscritos de sus principales obras o aquellos fragmentos que el propio autor publicara con anterioridad en revistas más significativos, ya que Sarduy no nos ha legado correcciones sustanciales a los textos. ¿Cabe calificar como "manuscrito" un texto mecanografiado, con escasas correcciones, como se indica que sucede en el de Cobra, por ejemplo, en poder de González Echevarría? No dudo que se han procurado evitar las erratas de imprenta o transcripción de anteriores ediciones, aunque uno puede advertir aquí otras menores que se deslizan inevitablemente. El loable objetivo, sin embargo, se precisa: "En 6 de las 7 novelas de Severo Sarduy, el lector del presente volumen tiene ante sí la posibilidad de leer no sólo el texto sino la fragua de ese texto en aspectos tan distintos como el estilístico, el temático o el estructural".

Sarduy, sin embargo, según se asegura, destruyó cualquier manuscrito de sus obras en verso o de sus ensayos. El primer volumen se inicia con los textos considerados como autobiográficos, seguidos de El Cristo de la rue Jacob. En un segundo apartado le sigue la poesía, con los Poemas bizantinos, Big Bang y otros dispersos, más Un testigo fugaz y disfrazado, que, como Un testigo perenne y delatado, lo constituyen sonetos y décimas. Tras los últimos poemas, la sección finaliza con la conferencia que pronunciara en la UIMP de La Laguna. La poesía erótica de Sarduy supondrá un descubrimiento, así como el uso de formas libres, próximas a su otra actividad, la pictórica, y, a la vez, el uso de temas y métrica tradicionales.

Siguen a continuación sus novelas: Gestos, De donde son los cantantes, Cobra, Maitreya, Colibrí, Cocuyo y Pájaros en la playa. El segundo volumen contiene el teatro y los ensayos: Escrito sobre un cuerpo, Barroco, La simulación, Nueva inestabilidad y Otros ensayos. Desde la página 1447 hasta la 1886 descubriremos un análisis de François Wahl, en francés, sobre el conjunto de su obra (hasta la pág. 1547) y, a continuación, textos críticos de Sánchez Robayna (un excelente análisis con muchos interrogantes abiertos sobre su poesía); Jacques Ancet sobre la dificultad de traducir sus poemas; Roberto González Echevarría sobre el papel central del tema de Cuba en la novela; Julia A. Kushigia, sobre el orientalismo de Sarduy; Leonor A. Ulloa y Justo C. Ulloa, acerca del papel del cuerpo en su obra; Adolfo Castañón, sobre el significado del barroco -tema central-; François Moulin, que incide en el neobarroco del autor; Wahl (nuevamente en francés) sobre el papel de la cosmología en su poesía y en su obra narrativa; sobre el tema anterior incidirá, asimismo, Gustavo Guerrero; Guy Larderau (en francés) analiza el papel del exilio en el autor; Emilio Sánchez-Ortiz da su versión de la figura del autor, en tanto que Haroldo de Campos cierra con un poema en portugués el despliegue crítico. Un Dossier final incluye la recepción a través de algunos artículos. Siguen algunas entrevistas y finaliza el volumen una Bibliografía al cuidado de Gustavo Guerrero. Tiene, pues, el lector en sus manos el corpus textual y crítico más completo sobre Sarduy: el más vanguardista de los escritores de este siglo, heredero de Lezama Lima, quien combinó texto y plástica, no disimuló su homosexualidad, flirteó con la cultura francesa, desde Barthes (al que le unió una entrañable amistad) al grupo Tel Quel. La coherencia de sus temas y la imposibilidad de separar los diversos géneros que manejó hacen de Sarduy, a caballo entre la cubanidad, el afrancesamiento y el orientalismo un fenómeno literario único. Los reparos relativos y menores al sistema crítico de esta edición no desmerecen su valor objetivo.