María García-Lliberós (Valencia, 1950) es autora de dos novelas, El juego de los espejos (1966) y Equívocos, en las que aborda experiencias de soledad e incomprensión en las relaciones afectivas. El desvelamiento de intimidades en conflictivas relaciones de amor y amistad ha madurado en la segunda por su depurada introspección de sus personajes, con sus debilidades y pasiones descubiertas a través de sus propios pensamientos y reflexiones.

Pues la organización constructiva de Equívocos se completa por medio de la sucesión alternante de perspectivas complementarias que corresponden a los personajes principales. Este pluriperspectivismo estruc-
turado por la recurrencia de motivos estratégicos en el discurso de varios narradores constituye uno de los méritos más relevantes de la novela, bien construida, con eficaz distribución de materiales en sus conjeturas y hallazgos, escrita en un estilo cuidado en su naturalidad de acuerdo con la combinación de los puntos de vista de sus narradores.

éstos son los personajes de una historia de amores y desamores, engaños e imposturas generados por la doble vida de unos seres movidos por secretos anhelos en la cínica moral burguesa. Todo comienza con la muerte de un juez con un pasado turbio en sus relaciones amorosas y un presente escindido entre la apariencia de su matrimonio, la liberación de sus frustraciones con la amiga de su esposa y la dependencia de su oculta homosexualidad. El accidente fatal levanta sospechas de suicidio en su mujer y en su amante. De la íntima conciencia de culpa en ambas surge la necesidad de saber la verdad y con ello la razón de la novela. El resultado es una obra interesante por su intriga y suspense en el esclarecimiento de las relaciones cruzadas entre los componentes de varios triángulos amorosos y por su expresiva imagen de una sociedad sostenida en la doble moral.