Novela

Los muros de Jericó

Jorge Molis T

5 abril, 2000 02:00

Plaza & Janés. 384 páginas, 2.600 pesetas

Una intriga bien urdida y dos acciones paralelas combinadas en-tre el presente de las grandes corporaciones y un pasado remoto y exótico es lo que plantea Los muros de Jericó

El bestseller a la americana comienza a tener verdaderos émulos en Europa. Escritores como Umberto Eco, Vázquez Figueroa, Christian Jacq, Patricia Chendi o el recién llegado Jorge Molist están demostrando algo obvio: que se pueden narrar historias que interesen y vendan millones de ejemplares fuera de las fronteras locales con tan sólo acogerse a las sencillas leyes de los géneros populares, convenientemente repristinizados. Todo es cuestión de factura y los efectos literarios pertinentes.

Una intriga bien urdida y dos acciones paralelas combinadas entre el presente despiadado de las grandes corporaciones americanas y un pasado remoto, exótico y romántico, es lo que plantea Los muros de Jericó, una novela de intriga terrorista que mezcla reencarnaciones historicistas del medievo para apuntalar la clásica narración con toques "New Age". Una secta milenarista de cátaros enfrentada, en la actualidad, con otra secta ultraconservadora de cristianos fundamentalistas -"Los guardianes del Templo"- por el asalto al poder de una gran multinacional de medios de comunicación de masas radicada en el corazón de Hollywood.

Su autor, un español residente en Estados Unidos durante años, conoce bien el funcionamiento interno de este tipo de megaempresas de cine y televisión y las luchas intestinas por el control económico e ideológico de los resortes de poder. Pero lo que hace a esta novela singular en el panorama nacional es el tratamiento de la acción y su juego interno en dos planos históricos complementarios: el presente milenarista de las sectas y el pasado de las Cruzadas y los enfrentamientos religiosos entre los seguidores de la Iglesia de Roma y la resistencia cátara de los reinos aragoneses y occitanos. Los primeros representarían la intolerancia de las fuerzas integristas de la Iglesia constituida y los segundos la revolución pacífica que se extendía desde el sur de Francia, el norte de España e Italia, propagando una cultura de la tolerancia.

Ese juego narrativo utilizado por Molist consiste en proponer una vuelta al pasado remoto, el siglo XIII, mediante un rito de iniciación cátaro y un bebedizo que hace que los protagonistas reclutados por la secta resulten ser reencarnaciones de personajes históricos fundamentales de aquellas luchas religiosas y revivan la experiencia de esa reencarnación como complemento narrativo de la intriga con una vuelta al pasado donde se encuentran las claves herméticas de las luchas por el poder en el presente.

El suspense se crea mediante la alternancia entre los sucesos cotidianos de los ejecutivos de esta empresa de comunicación y los saltos al pasado para recabar los datos que les faltan y completar así el intrincado puzzle. No pueden faltar los ingredientes amorosos, fundamentales en todo romance, entre el bueno pero ingenuo Pedro II de Aragón y la dama Corva de Tolosa, enamorados sin futuro que se reencarnan transhistóricamente en los verdaderos protagonistas de esta obra repleta de sociedades secretas, ritos ancestrales y misteriosos personajes agazapados en puestos claves de esta industria del espectáculo. Focalizando la acción, dos altos ejecutivos, una americana y un hispano, viven esta extraña pasión amorosa a través del tiempo con explícitas relaciones sexuales, que es lo que mandan los nuevos cánones de la novela romántica.

Reviviscencias y reencarnaciones. Juego de espejos a través de la historia. Luchas religiosas y sectas infiltradas en multinacionales. Asalto a castillos, batallas campales y su correspondencia actual en forma de terrorismo, toma del edificio central y heroicidades sin cuento conforman esta curiosa narración de amor y poder a través de los siglos, escrita con una prosa cuidada y conforme a las reglas que rigen el mercado de los libros de superventas. Incluidos los inevitables excesos que hacen reconocible para el gran público este tipo de novelas: multiplicidad de subtramas y acumulación de datos históricos divulgativos para conseguir las más de cuatrocientas páginas que hacen de todo bestseller un grueso libro encuadernado en pastas duras.