Novela

La princesa Casamassina

Henry James

31 enero, 2001 01:00

Trad. de S. Silió. Alianza, 2000 619 páginas, 3.500 pesetas

H enry James es el autor norteamericano sobre el que más ensayos, libros y crítica se escriben en la actualidad. El dato, avalado por las entradas de la Modern Language Association, resulta ciertamente sorprendente, sobre todo considerando autores como Faulkner, Whitman, Poe e incluso Twain, a los que uno consideraba los preferidos por el público. Sin embargo, cada día resulta más clara la tremenda influencia que James ejerció en las letras norteamericanas y el interés que continúa despertando en los lectores. Anualmente se reeditan en España no menos de tres novelas del autor de Washington Square, Otra vuelta de tuerca o Los Europeos. Pero no son sólo las más populares, también aquéllas otras menos conocidas, como esta La princesa Casamassima.

La obra cuenta la vida de Hyacinth, un huérfano hijo natural de un Lord inglés, que se enamora perdidamente de una aristócrata, la princesa Cassamasina. La princesa, especialmente concienciada de las necesidades de los más desfavorecidos, renuncia a los privilegios de su rango para ayudarles. Hyacinth se ve acosado por la duda continua respecto al amor que le dispensa su amada y la posibilidad de que todo vuelva a ser como al principio, cuando las desigualdades sociales suponían una barrera infranqueable.

Esta novela se sitúa en la fase media de su carrera y representa el más claro eslabón entre sus primeras producciones como Daisy Miller (1879) y las últimas como The Wins of the Dove (1902). Sin embargo la suerte de la obra ha sido adversa, en buena parte por publicarse el mismo año, 1886, que Los Bostonianos, y dos años antes que The Aspern Papers. Es uno de los ejemplos más significativos del realismo norteamericano, aunque la acción transcurre en Londres, y se trata de una de las novelas que más poderosamente influyó en Edith Wharton.