Recuerdos de algún vivir
Fulgencio Argöelles
16 mayo, 2001 02:00Hay en esta novela una línea anecdótica directriz basada en la resolución de un enigma. La madre del protagonista, actriz notable, desapareció del hogar familiar en una ciudad de provincias siendo todavía niño el hijo. Lustros después, muere en un accidente y se descubre que llevó una vida de mendiga en la gran ciudad. A raíz del suceso, el hijo se empeña en saber el porqué de un comportamiento inexplicable. La narración en primera persona del hijo alterna con un diario de la madre y ambas perspectivas dan el cuadro total de aquella decisión.
La búsqueda de la madre es el engañoso motivo central de Recuerdos..., tan engañoso que el autor le presta una atención secundaria para centrarse en el narrador: en su entorno familiar y laboral, y en su soledad acentuada por el amor hacia una guapa y madura malcasada. Lo cotidiano se enriquece con referencias culturales, ya que el personaje además de médico es escritor. Y el relato se configura con ecos literarios. La madre y su cálido compañero también mendigo evocan la solidaridad entre marginados de la galdosiana Misericordia; y el paralelismo entre algunos personajes actuales y otros de La Regenta, más el diseño de la amada del narrador y el mismo tema del adulterio remiten a la obra maestra de Clarín.
Recuerdos de algún vivir descansa en una concepción tradicional del relato: cuenta unas historias personales dramáticas, define a sus intérpretes y deja constancia de la precariedad del mundo. No defraudará a quienes gustan este tipo de novelas de siempre.