Como la primera parte de una trilogía llamada El miedo y la fuerza se presenta este regreso a la narrativa de Juan Luis Cebrián, en el que el autor novela, desde una clave muy periodística y acaso excesivamente plana, la transición española desde la navidad de 1968 hasta el asesinato de Carrero Blanco en 1973.
Y el autor lo hace desde las anécdotas de un grupo de jóvenes madrileños que se enfrentan ideológicamente a la generación de sus progenitores. Abundancia de diálogos, personajes de ficción, nombres reales y una trama sin titubeos son sus mejores bazas de esta novela.