Novela

La ruta de Esnábel

VITAL CITORES

5 septiembre, 2001 02:00

Espasa. Madrid, 2001. 180 páginas, 2.300 pesetas

Del autor de esta nada frecuente primera novela se nos habla en la ficha biográfica que acompaña a la edición con adjetivos como "meticuloso, irónico, retorcido, exagerado, obsesivo" o "vital" (ay, cuántas ganas de hacer literatura hay en las fichas biográficas). También se nos dice que es zaragozano, pintor, ingeniero, de 35 años y que con esta novela quedó finalista del premio Primavera 1999. Lo cual confirma que presentarse a un galardón importante aún sirve de algo.

A Citores le ha servido para publicar una excelente novela, por ejemplo. Una novela que algo tiene de irónica, retorcida y, desde luego, de meticulosa, que parte de una interesante ambientación con aires de novela negra, pero que tiene la ambición de más altos vuelos, que describe muy bien a algunos personajes magníficos y sabe seducir al lector con un ritmo trepidante y un estilo inteligente que no desaprovecha el enorme potencial lírico de su autor.

La trama parte de un asesinato perpetrado en una galería de arte por una misteriosa mujer con gabardina que come naranjas sobre el cadáver de su víctima. Con el mismo sello, ocho asesinatos más se producirán antes de que se inicie una investigación y transcurran los años -algo, el transcurrir de los años, o las elipsis temporales, que pasa a menudo en este libro, hasta convertirse en un recurso. La pieza clave para resolver todo ello, y aquí es donde la novela se aleja del típico postulado de serie negra, es un muchacho que trabaja en una frutería frente al museo donde arranca la acción. Eván Zorbes, el más logrado personaje del libro, es un adolescente atípico, que se verá involucrado en el desenlace de un modo sorprendente. Una novela para no dejar escapar y un autor a quien seguir la pista.