Image: Reanudación

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Novela

Reanudación

Alain Robbe-Grillet

27 febrero, 2003 01:00

Alain Robbe-Grillet. Foto:Lire

Traducción de Javier Albiñana. Anagrama, 2003. 187 págs, 13 euros

Diez años después de la muerte de Benet nos llega esta cuidada traducción que representa el regreso a la novela de Robbe-Grillet, y el enlace entre ambos nombres no quisiera que pareciese arbitrario: se trata de los dos ingenieros que contribuyeron más decididamente a la crisis creativa del género, que se había institucionalizado ya desde antes del medio siglo y que no se ha salvado todavía ni con el óbito ni con el certificado de salud perpetua.

Un lustro más joven que el español, Robbe-Grillet publicó sus primeras novelas "objetalistas" en los años 50, mientras Benet se dedicaba a construir presas y puentes. Cuando publica sus primeros relatos y Volverás a Región, el autor de Le voyeur está ya de vuelta, y se concentra sobre todo en el cine, o en "ciné-roman". No desaprovecha la oportunidad de hacer teoría programática con Pour un nouveau roman (1963), que también influyó en España, más que el ensayo de Benet La inspiración y el estilo (1967). Mientras la producción de éste se consolidaba para hacer de él un novelista de culto preocupado, al fin, por sellar una nueva alianza con el lector, su colega francés publicaba esporádicamente novelas, la última de las cuales, Djinn, aparece en 1981 y fue seguida por la trilogía que bajo el título Romanesques encubre la ficcionalización de una autobiografía. Y ahora La reprise, esa reanudación del tracto novelístico que la crítica francesa ha saludado con entusiasmo, como una suerte de testamento literario del autor, nada fúnebre por otra parte.

Es difícil negarle a Robbe-Grillet la condición de jefe de filas en la segunda oleada de los antinovelistas, entendiendo por tales los que se cuestionaron la viabilidad del género tras la quiebra del mundo burgués y sus certezas, a lo que desde mediados del XX se añade el desarrollo del cine como forma de la narratividad. A estos efectos, si en 1920 Gómez de la Serna afirmaba que ya no se podían hacer más que las novelas del escepticismo, un tipo de novela escéptica bien hecha de cada tipo de novela, 60 años después Eco hablará a su vez de ironía, a la que justifican los resabios de autores y lectores que ya no pueden ser ingenuos. Ese es el camino que Robbe-Grillet ha recorrido. Su objetivismo a ultranza persiste en Reanudación, pero el gesto es ya irónico, como cuando se aplica a los dibujos sadicopornográficos titulados "Penitencia", "La hoguera" y "Redención", en los que la fijación espacial propia de este tipo de reproducciones da lugar a un soberbio tratamiento cinemático.

La metaficción significa el cenit de la ironía novelística, y Reanudación hace de ella su fundamento compositivo y temático. Si el lector quiere saber lo que está pasando, no faltará el relato cabal que un policía teutón hace a partir de la página 148. Más complicado lo tendrá con los otros narradores, que son varios, contradictorios, y que se regodean en pasar de la primera a la tercera persona. De vez en cuando, las cartas se ponen boca arriba: así cuando en la pág. 126 los tres temas fundamentales de que se trata se identifican con el incesto, la gemelidad y la ceguera. De ellos, el nuclear viene a ser el mismo que Saramago ha hecho suyo en El hombre duplicado: el Doppelgänger, de tan acreditada tradición germana desde Heine, que se compadece con la ambientación de esta novela en el Berlín dividido de 1949.

Todo es doble en ella: los personajes, sus nombres, sus muertes, sus episodios, siempre con un trasfondo psicoanalítico congruente con el tema central y el complejo de Edipo, así como con el corte policial de la trama en esta novela aparentemente de espionaje. Pero no es el escepticismo de aquel ingeniero fenomenólogo del nouveau roman que Robbe-Grillet fue, sino la ironía zumbona, tan irreverente como grata para con el lector, la que domina en Reanudación, fruto de esta proclamación posmoderna casi al final del texto: "Las antiguas palabras siempre ya pronunciadas se repiten, narrando siempre la misma historia de siglo en siglo, repetida una vez más, y siempre nueva..."