Image: Canciones de los niños muertos

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Novela

Canciones de los niños muertos

Toby Litt

4 marzo, 2004 01:00

Toby Litt. Foto: Archivo

Traducción de Javier Calvo. Tusquets. Barcelona, 2003. 400 páginas, 18’27 euros

Cada diez años, la revista inglesa "Granta" publica una lista de los mejores 20 jóvenes escritores británicos. En 2003, Toby Litt (1968) fue uno de ellos. Su segunda novela publicada en España, Canciones de los niños muertos, impactará a cualquier lector que se atreva a aventurarse en una historia con un título semejante y con una angustiosa imagen en la portada.

La novela atrapa desde sus primeras páginas. Una pandilla -que se hace llamar "Pandilla" a secas- de cuatro muchachos rubios, tan parecidos que parecen hermanos, juega a la guerra, un verano de los años 70, en un pueblo de la campiña inglesa. Los chicos pasan el día preparándose para la llegada de los "rusos". Una mañana, Matthew, el más amigo de los tres, quizás el menos relevante, pero el más maduro al haber sufrido la pérdida de sus padres en un accidente de coche, muere de meningitis. Tras el trágico acontecimiento, los juegos infantiles de "Pandilla" basculan hacia la locura. La guerra adquiere un propósito real: ir en contra de los adultos. ¡Ellos mismos se la declararon! ¿Acaso no les mintieron al explicarles que Matthew estaba a salvo, cuando se lo encontraron tumbado desnudo con su nombre en una etiqueta en el crematorio del hospital? Dos semanas de reposo no bastan para que un niño "asimile" el sufrimiento de una pérdida tan injusta y los tres amigos decidirán convertirse en la voz y la persona, en el fantasma, de su amigo desaparecido.

Cada capítulo narra el pensamiento diferente de un muchacho y sus personalidades se van dibujando sutilmente. Andrew, el líder de "Pandilla", es arrogante y valiente. Disputa su rango con Paul, de frágil complexión pero dotado de una mente estratégica y Peter, el más sensible, se encarga de transcribir en un "archivo" los actos que realiza "Pandilla". La guerra empieza de forma oficial en casa de Matthew y el objetivo será "exterminar" al principal enemigo: los abuelos de Matthew, "Los Dinosaurios", con los que su amigo vivía antes de morir.

La mirada infantil que expone Toby Litt en Canciones de los niños muertos es terrorífica, turbulenta y por eso su novela ha sido comparada con el Señor de las moscas de William Golding. Consigue dibujar con precisión la frontera que divide el mundo adulto del de los niños, y persigue con acierto la capacidad de crueldad y odio que puede llegar a desarrollarse en una mente infantil. ¿Quiénes son los culpables? ¿Los niños o sus padres, cuya educación y dedicación a sus hijos pone el autor en duda? Por tanto, ¿novela sobre la infancia o sobre la educación de los padres? ¿Las dos al tiempo, quizá? Fascinante, en cualquier caso.