Image: Sonríe Delgado

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Novela

Sonríe Delgado

Javier Puebla

22 abril, 2004 02:00

Javier Puebla. Foto: Mercedes Rodríguez

Finalista Premio Nadal. Destino. Barcelona, 2004. 221 páginas, 19 euros

Esta novela de J. Puebla (Madrid, 1958) comienza con el insólito pacto hecho en Beirut por el moribundo Alberto Delgado, funcionario de la Embajada de España, y el misterioso Fre- deric Traum, mercenario, desertor y asesino. El pacto consiste en que el impostor Traum se apropia de la personalidad de Delgado.

A cambio, tiene que matar en Barcelona a una mujer que le ha amargado la vida al funcionario español. A partir de tan espectacular comienzo la novela se dispara en forma de thriller cuya acción transcurre en Murcia, Valencia, Alicante y Barcelona, donde el malvado protagonista cumplirá su parte del pacto.

Lo mejor de la obra radica en el deliberado planteamiento lúdico entre ficción y realidad. Este juego narrativo está potenciado por los atributos del protagonista y narrador de la historia, Traum-Delgado, que desde niño siempre fue aficionado a ser otro y que ahora juega a recrear la personalidad suplantada de Alberto Delgado. Para ello se vale de unos cuadernos en los que el verdadero Delgado dejó escritas sus impresiones acerca de múltiples experiencias, sobre todo de su vida con Ana en Barcelona. Y aun juega Traum-Delgado a completar aquellas anotaciones simulando la redacción de un nuevo cuaderno con las mismas características de los anteriores. Así, prolongando el juego de identidades suplantadas, Traum-Delgado se enmascara en otras personalidades para llevar a cabo sus planes. Con lo cual aumentan los equívocos y el juego de disfraces de esta "comedia negra de enredo" que ofrece una imagen de la vida como representación y cacería. Todo ello tiene su soporte formal en la narración en primera persona del protagonista que puede operar desde múltiples perspectivas como las del impostor Delgado, el mercenario Traum o el cantante de un grupo punk, los inventados Federico Bueno y Anthony Marín, a las que hay que añadir la visión del Delgado auténtico en sus cuadernos.

Sin embargo hay serios reparos que poner al resultado final de esta novela, tanto en el desarrollo como en el estilo. Quedan importantes cabos sueltos sin resolver, como la verdadera identidad del travestido que el protagonista descubre en Barcelona. El final resulta poco creíble, con demasiados preparativos previos para luego perpetrar el crimen de la manera más sencilla y después acomodarse a una vida tranquila de casado como "un hombre en paz consigo mismo". El estilo se ha elaborado de acuerdo con la poética de la brevedad por la que se rige toda la novela, con párrafos cortos y sintaxis de oraciones muy sencillas, con predominio de las simples. En principio esta simplicidad parece acorde con el dinamismo de la acción, favorecido por frecuentes elipsis y resúmenes narrativos. Pero pronto se descubre como un estilo demasiado artificioso y empobrecido por lugares comunes y descuidos en el uso correcto del idioma.