A lo largo de estas páginas, Agustín Sánchez Vidal quiere revivir con pasión la mejor tradición de las novelas de aventuras, desde Julio Verne hasta nuestros referentes audiovisuales más cercanos, como las aventuras de Indiana Jones. Su conocimiento de los anales y de la literatura española ofrecen verosimilitud a la urdimbre sobre la cual se sustenta esta narración fascinante. Alternando dos espacios temporales, en la época de Felipe II y la construcción del Monasterio de El Escorial y en el momento actual, nos encontramos con personajes ligados por una trama de misterio que trasciende los siglos, y que están unidos por generaciones.

El objeto mágico, como en los cuentos, es un misterioso pergamino dividido en doce fragmentos, con el cual muere en sus manos Felipe II, susurrando "la llave maestra", la herencia de Babel, el lenguaje del cual procede todo el Universo. A través de Raimundo Randa nos adentramos en nuestro Siglo de Oro. La excusa es la búsqueda de esa llave maestra, pero también la difícil supervivencia en un momento agitado de la Historia. Un personaje nos fascina, como arquetipo de la maldad: Artal de Mendoza, el espía mayor del reino, manco de mano de plata, como tiene que ser. Inolvidable escena también la que transcurre en un El Escorial en obras, donde Herrera es un personaje lleno de claroscuros. En la parte de la trama que transcurre en el tiempo presente, los servicios de inteligencia norteamericanos tienen su lugar dominante en el desarrollo de la acción. Libro muy recomendable para recuperar la fascinación lectora, de viejos tiempos, tal vez perdida.