Novela

Amor kamikaze

ángel Fernández Fermoselle

19 enero, 2006 01:00

ángel Fernández Fermoselle. Foto: C. Miralles

Kailas, 2005. 187 páginas, 16’95 euros

"Hacía sólo unos minutos que habían comenzado a conocer la boca del otro. El sabor del otro". Con un apasionado encontronazo dentro de un Golf, más tarde trasladado a una cama, empieza esta primera novela del periodista, escritor y ahora también editor ángel Fernández Fermoselle (Valencia, 1964). No es tanto un principio como una declaración de intenciones, un aviso al lector de lo que va a encontrar en estas páginas: la crónica de la generación que celebró sus primeras fiestas al compás de Supertramp y Pink Floyd y que es también la del autor. Sin embargo, ese arranque tiene otro papel en la trama: actuar de detonante para que el narrador rememore su relación, prolongada a lo largo de los años, con su mejor amigo (César), con cuya novia (Esther) acaba de acostarse. Con esta excusa, la historia vuelve sus ojos hacia el pasado para explicar esta amistad iniciada en un patio del colegio.

Así, Fernández Fermoselle traza un retrato de una generación en un momento y un lugar determinado —el Madrid acomodado de los últimos 70 y los 80— para acabar hablando del mal de nuestro tiempo: la incomunicación, la hipocresía de las relaciones o la fugacidad de las mismas. El toque de originalidad lo aporta la visión claramente masculina del asunto, que puede llegar a indignar a más de una lectora. No es el punto de vista en sí lo que puede causar esa reacción. Se trata más bien de una cierta tesis que parece desprenderse al alcanzar el final, cuando los dos protagonistas, de nuevo unidos, después de intercambiar opiniones respecto a las habilidades sexuales de las novias que, como tantas cosas, han compartido y de vanagloriarse de sus logros sexuales, se dirigen una mirada "limpia" y "nítida". Son los buenos, está claro.