Image: Insomnio

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Novela

Insomnio

Fernando Luis Chivite

28 junio, 2007 02:00

Fernando Luis Chivite. Foto: Archivo

Premio Café Gijón. Acantilado. Barcelona, 2007. 216 pág. 16 e.

ésta es la cuarta novela que publica el navarro Fernando Luis Chivite (Pamplona, 1959). Insomnio es un texto de indudable modernidad literaria tanto por su historia plural de vidas fragmentadas, acorde con la profunda desorientación del mundo actual, como por la forma de expresión emanada de su yo narrador, en plena crisis de los cuarenta en su condición humana y de escritor con escaso éxito público. La novela está compuesta por 76 capítulos de corta extensión en los cuales el narrador en primera persona, que acaba de cumplir los 42 años, lleva a cabo la recapitulación personal de su vida, su relación con los amigos de siempre y sus logros y frustraciones como escritor. Se trata, pues, de una novela con una doble dimensión. En cuanto narración del yo, descubre la angustia de un escritor insomne que, habiendo buscado la poesía más pura, "he llegado a columnista de periódicos" (pág. 204). En este aspecto, que constituye el eje vertebrador del relato, introspectivo y con no poco de exorcismo personal, la novela explota materiales y recursos de lo que se ha llamado autoficción, por su deliberada ficcionalización de elementos autobiográficos mezclados con otros imaginarios, sin que puedan distinguirse con certeza los unos de los otros, y por la frecuente presencia de citas literarias y numerosas referencias de autores leídos, admirados o discutidos.

Pero Insomnio es también una novela de grupo. Esta dimensión colectiva, tan importante como la individual y con idéntica modernidad, destaca la desorientación presente del grupo de amigos del narrador y de otros personajes relacionados en el presente con su familia. La narración se localiza en el verano del año 2001 en Pamplona, con rápidas salidas a otras ciudades como París, Bruselas, Brujas o Amsterdam, entre otras. Los amigos del narrador, ya desde su juventud, son también escritores o científicos que, por diferentes motivos, han ido postergando e incluso abandonando su antigua vocación. En conjunto representan, cada uno a su manera, el extravío existencial, la desorientación individual y el desconcierto emocional que dicha generación de cuarentones encarna en su primer verano del siglo XXI.

La diversidad de peripecias, con las cambiantes relaciones de todos estos personajes en su paso por diferentes lugares, da lugar a la variedad y abundancia de historias intercaladas a lo largo del relato, sobre todo a partir del capítulo 56, cuando éstas ya se suceden en rápida concatenación. Son historias de soledad, frustraciones y fracaso, bien por la cadena enloquecida de tragedias que destrozan la vida de un científico hasta recluirlo en un psiquiátrico, bien por la reiterada sucesión de amores y desamores, felicidad y melancolía que acompañan las vidas de los personajes.

El principal elemento de unidad estructural de tanta diversidad está en el común sentimiento del paso del tiempo que aqueja a todos por igual, tanto en su transcurso vital, como en los proyectos de escritura de algunos, siempre postergados y nunca realizados plenamente . Hay que resaltar como eficaz complemento del pesimismo que domina el relato, el eficaz empleo de la ironía y el humor.