Image: El gusano del mezcal

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Novela

El gusano del mezcal

Miguel Sandín

19 junio, 2008 02:00

Miguel Sandín. Foto: Archivo

Edebé. Barcelona, 2008. 320 páginas, 20 euros

En México existe un dicho popular, que en algún tiempo debió de ser eslogan de alguna marca de licores, que reza: "Si todo va mal, mezcal. Y si todo va bien, también". Algo que de sobra conocen los personajes de esta novela cuando ahogan sus penas en la variedad conocida como "de gusano" y que se caracteriza por agregar al zumo destilado del maguey una larva que crece en la misma planta y que, según los entendidos, cambia su sabor. Sea como sea, a la novela le sienta como anillo al dedo la elección, no sólo porque sus personajes beben bastante, sino porque México es algo más que un escenario.

El argumento tiene un punto de arranque seductor: un hombre, Augusto, busca trabajo en un Madrid contemporáneo, y no recibe más que negativas y desengaños. Hasta que tropieza en el periódico con un curioso anuncio en el que un escritor dice pagar bien una buena historia. Desesperado, se presenta en la dirección no porque posea una historia sino porque necesita dinero. Y así conoce al verdadero protagonista de la novela, el anciano Eliseo Varela -o Ernesto Villanueva, según se mire-, un misterioso personaje, tan suculento como la planta del maguey y que poco a poco va destilando toda su sustancia. Que es mucha: no sólo tiene un pasado, y algunas deudas con él que desea arreglar antes de morir, sino también un misterio, una biblioteca estupenda y la muerte rondándole. ¿Qué más se puede pedir a un personaje?

Sin embargo, Sandín ofrece algo más: un estilo cuyos efectos no tengo reparo en comparar con los de una borrachera. Una embriaguez dulce y lenta, que termina por hacerte creer que formas parte de un mundo donde es posible la nostalgia y la poesía entreveradas de tragedia. Porque esta prosa destila de las dos cosas: nostalgia a raudales, hasta el punto de que esta novela sin esa mirada un poco triste del pasado que huye no sería, ni mucho menos, la misma. Pero también lirismo, a veces incluso excesivo, subrayando lo anterior, dotando a los personajes de una humanidad fuera de lo común.

Como debut literario El gusano del mezcal es sorprendente. Su autor, nacido en Madrid en 1963, y que también es autor de novelas juveniles. es hombre de teatro y de letras y ambas cosas se le notan. Nadie construye diálogos tan perfectos ni caracteriza tan bien el modo de hablar de un personaje sin haber leído mucho teatro. Después de leerle en esta edición con la cual sus editores, expertos en libros para niños y jóvenes, en cierto modo también debutan, sólo cabe desear que podamos seguir haciéndolo muy pronto.