Image: La extraña

Image: La extraña

Novela

La extraña

Sandor Marai

26 junio, 2008 02:00

Escultura de Marai por M. Gladis

Trad.: M. Szijj y J. Glez. Trevejo. Salamandra. Barcelona, 2008. 309 páginas, 24 euros

El último libro que Salamandra nos ofrece del escritor húngaro Sándor Márai (1900-1989), es una de sus novelas más perfectas. Publicado en 1934, el libro es, como los otros escritos de Márai, denso, reflexivo y tremendamente psicológico. Sus otras novelas El último encuentro, La herencia de Eszter, Divorcio en Buda, El amante de Bolzano, La mujer justa, ¡Tierra, tierra! y La hermana, así como su autobiografía Confesiones de un burgués (todas en Salamandra), fascinan a todo tipo de lectores. Como Stefan Zweig, Sándor Márai consigue conjugar la inteligencia con el entretenimiento, que sólo alcanza la "gran literatura".

En La extraña, Márai descubre la mente insatisfecha de Viktor Askenasi, un respetado profesor del Instituto de Estudios Orientales de París, de 50 años que un día decide romper con lo que llama "exceso de coherencia innata" (p. 46). Algo más hay en la vida que no logra saber qué es y parte a su encuentro. Para ello, y a través de su mente que descubrimos cada vez más atormentada, irá narrando los recuerdos de esa existencia demasiado ordenada que le ha ido alejando de la verdadera realización, el encuentro con ese algo indefinible, casi menos que invisible y que se halla, intuye Askenasi, en el personaje, que apenas aparece en la novela, de "la extraña".

Askenasi emprende un viaje en solitario por el Mediterráneo que será la metáfora del viaje de la existencia humana. Una búsqueda incesante y que desemboca en el diálogo con Dios. A bordo de un barco que le conduce por las islas griegas, recordará su existencia para descubrir que por mucho éxito que ha cosechado en su trabajo, no ha podido alcanzar, lo que llamará "la meta" y que ni siquiera él mismo puede definir de qué se trata. La novela está dividida en tres partes. Corresponden a las tres mujeres de la vida del personaje a las que se dirige en su viaje existencial, como si fueran "continentes": Anna, su mujer, es el conocido, el hogar; Eliz, el vuelo y la experiencia, y un tercer continente, el extraño, y que corresponde a esa cara desconocida de la libertad anhelada y que -supuestamente- le permitirá alcanzar la plenitud.

Durante todo el libro, el lector cree enfrentarse a la mente de un personaje racional, dueño de sus actos, cuando en realidad se encuentra con un hombre insatisfecho, cuyo tormento le hará cometer un terrible acto de locura. La extraña es una espléndida novela, fascinante, vibrante, de gran suspense, capaz de adentrarse en la conciencia del hombre y llevarnos hacia lo más profundo del alma humana.